La artista granadina ofrecerá un concierto este viernes, 5 de agosto, a partir de las 20 horas en la céntrica Plaza de la Torrejona de Aguilar de Campoo
La programación del ciclo en la villa galletera también incluye las actuaciones de Alba Wayra, Drei y TéCanela, y el taller ‘La pandereta en la Montaña Palentina’ a cargo de Cris Zagaleja
Pertenece a una de las familias artísticas más importantes del país, la que formaron el cantaor Enrique Morente y la bailaora Aurora Carbonell. El flamenco está en su ADN, pero de sus padres también heredó un espíritu innovador que le ha hecho convertirse en una camaleónica artista de potente personalidad. En el campo del cine y del audiovisual, ha trabajado con directores como Jonás Trueba, Paco León o Isaki Lacuesta, además de presentar junto a Miguel Poveda el programa de RTVE Los caminos del Flamenco.
A lo largo de su carrera, Soleá Morente no ha dejado de experimentar, desarrollando una música en la que combinan a la perfección la cultura flamenca que corre por sus venas, el pop, el rock, la rumba o el indie, entre otros estilos.
Su primer álbum de estudio, Tendrá que haber un camino, salió en 2015. Después llegaron Ole Lorelei (2018) y Lo que te falta (2020), y hace tan solo unos meses, vio la luz Aurora y Enrique, un disco íntimo con referencias al shoegazing y al dreampop en el que la artista habla de lo que lleva dentro.
Por primera vez, Soleá firma todas las letras de las canciones y su música, y, por primera vez, la cantante granadina visita la Montaña Palentina para ofrecer un concierto único. Lo hará este viernes, 5 de agosto, en el marco del festival ‘En un lugar del Norte’. Su actuación comenzará a las 20 horas en la Plaza de la Torrejona de Aguilar de Campoo, donde cantará al amor, al desamor, a la esperanza y a la ilusión.
En alguna entrevista ha reconocido que el apellido le ha pesado en algún momento de su carrera. Algunas críticas y comparaciones -probablemente inevitables- le han llegado a afectar, pero no solo ha superado esa fase, sino que a lo largo de los últimos años se ha afanado en hacer su propio camino teniendo muy presente el lugar del que viene. Y eso se refleja perfectamente en Aurora y Enrique, su cuarto disco de estudio…
Me considero una persona muy afortunada y agradecida al destino, al azar o a quien sea y a quien quiera que me haya dado la oportunidad de haber nacido en mi familia. Volvería a nacer una y otra vez con tal de poder disfrutar del tiempo de mi padre en la Tierra. Ahora vivo intentando hacerlo lo mejor posible. Y, sí, mis padres son un gran ejemplo para mí.
Aurora y Enrique es un disco íntimo en el que habla de cómo es crecer en una casa con Aurora Carbonell y Enrique Morente. Es un disco de amor, de homenaje, de reflexión… Cuéntenos cómo surgió y qué significa para usted.
Surgió en el confinamiento, en un momento en el que todo se tambaleaba. Cuando la cosa se complica, ¿de quién se acuerda una? Pues de sus padres, de quienes la han querido de verdad.
Beach House, Sufjan Stevens, The Cure o Lou Reed son algunos de los artistas que le han influido a la hora de componer las canciones de Aurora y Enrique, aunque su música bebe de otras muchas bandas y estilos. ¿Qué más nos puede contar sobre sus referentes musicales?
Hay una amplia lista de referentes, de referencias, de citas que me van construyendo como persona y después como artista. Me inspiran todas las artes, pero sobre todo el arte de estar viva, de vivir y también de sobrevivir en este mundo. La cotidianidad es una fuente de inspiración donde últimamente me quedo más rato. Musicalmente, desde Vallejo o La niña de los Peines a The Cure, The War on Drugs, New Orden, Lou Reed, David Bowie, Radiohead o Spiritualized, Luna, Galxie 500 o Beach House. Literariamente, ahora me tienen atrapada Iris Murdoch y Vicente Aleixandre. En el cine, Godard y Truffaut, cómo no. Todo esto me ha ayudado a hacer realidad Aurora y Enrique, junto con el productor del disco, Manuel Cabezalí.
“Me inspiran todas las artes, pero sobre todo el arte de estar viva, de vivir y también de sobrevivir en este mundo”
La crítica habla de “mágica atmósfera onírica” y califica su último trabajo de “luminoso, vital, desnudo y bello”. Otros dicen que “es un disco con mucho de Aurora Carbonell, mucho de Enrique Morente, y con más de Soleá Morente que nunca”. En general, los profesionales de la música se rinden ante este nuevo LP, pero, ¿cómo está siendo la acogida por parte del público?
El disco está siendo cariñosa y generosamente acogido por el público. Me estoy llevando sorpresas muy bonitas que me están marcando un antes y un después como persona. Todos necesitamos creer en nuestra búsqueda, y yo, sinceramente, para creer en lo que hago necesito el afecto, al menos por un rato, para ver el sentido a todo esto. Aurora y Enrique tiene un público al que adoro y le debo mucho.
Empezó su carrera de la mano de Los Evangelistas, aunque ya antes había colaborado con palmas, voces y coros en varios discos de su padre. Posteriormente, inició su trayectoria en solitario y, a lo largo de estos años, ha colaborado con destacados músicos del panorama nacional como Varry Brava, La Casa Azul, Delafé, Cariño, Triángulo de Amor Bizarro o Víctor Manuel. También es cierto que cada vez camina más hacia el cante grande. Musicalmente hablando, ¿qué diferencia a la Soleá de hace unos años de la de hoy en día?
Creo que la madurez. La vida se pone cada vez más seria y yo me exijo cada vez más. Trabajar en estas dos vías alternativas y separadas radicalmente, aparentemente, una de la otra, me está haciendo ser un ser incansable respecto a la investigación y a la experimentación. “Todo lo que está suficientemente visto no sorprende”, dice Aleixandre, y yo parto de ahí.
Los más ortodoxos cuestionaron a su padre por abrir nuevas vías dentro del flamenco. Con el paso de los años, Enrique Morente se ha convertido en un referente y muchas personas le admiran por haber sido capaz de revolucionar el género. Usted tampoco ha dejado de experimentar en los últimos años, de hecho, en su música combinan a la perfección la cultura flamenca, el pop, el rock, la rumba o el indie, entre otros estilos. ¿Es esta la forma en la que le enseñaron en su casa a entender la música o considera usted que, en parte, un artista está obligado a explorar diferentes caminos?
Ambas posturas me parecen dignas, la de quedarse cada día haciendo lo mismo y hacerlo desde la pasión y la afición, o la de lanzarte al vacío de vez en cuando, si es lo que necesitas y crees que puedes aportar algo con ello. Yo, personalmente, he vivido en un ambiente inconformista, en casa y en el arte, y no puedo evitar querer ir más allá, pero respeto ambas posturas. Tiene que haber de todo para que todo el mundo esté tranquilo.
Aguilar de Campoo es una de las localidades elegidas para presentar su último disco. Entre el público habrá muchos fans, pero para quienes no hayan seguido de cerca su trayectoria, díganos, ¿qué podrán ver los espectadores que se acerquen a disfrutar del concierto de Soleá Morente?
Voy a hacer un repertorio basado en Aurora y Enrique y también en canciones de Lo que te falta, mi penúltimo disco. Le cantaré al amor, al desamor, a la esperanza y a la ilusión, por lo bueno que ha ocurrido y está por ocurrir.
Para finalizar, su actuación forma parte del ciclo ‘En un lugar del Norte’, una iniciativa que pretende acercar hasta el medio rural palentino las mejores propuestas culturales y musicales. El ciclo también da especial protagonismo a las mujeres artistas. ¿Qué opinión le merecen propuestas como esta?
Estoy muy orgullosa de ser parte de esta propuesta de este ciclo. Mi perspectiva está del lado de proyectos como ‘En un lugar del Norte’, que están con el desarrollo de la cultura. Estoy muy agradecida de que hayan contado conmigo.
Entrevista realizada por el equipo de Prensa del festival palentino En un lugar del Norte
