La Junta recomienda tomar precauciones, sobre todo, a la población de riesgo
Si va a limpiar la poyata de la ventana, o tiene pensado lavar el coche… si no le corre mucha prisa, igual debería esperar, por no trabajar dos veces. Porque la calima vuelve a Palencia. Habrá que ver con qué intensidad lo hace.
La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio recomienda tomar medidas de precaución ante la previsión del aumento de las concentraciones de partículas de polvo en el aire procedentes del norte de África a partir de mañana, domingo 31 de julio. Por ello, señaló que es aconsejable que se eviten hacer actividades que impliquen esfuerzo físico para grupos de riesgo y personas sensibles y evitar la quema al aire libre de restos vegetales.
Para intentar minimizar la afección de estas partículas, la Junta recomienda a la población en general vigilar la aparición de síntomas como tos, irritación de garganta, falta de aire, fatiga excesiva o palpitaciones. Además, a los grupos de riesgo y personas sensibles por tener enfermedades cardiorrespiratorias o alergias graves, se les recomienda reducir las actividades prolongadas y enérgicas al aire libre.
Además, dado que la magnitud de la intrusión será variable dependiendo de las horas del día y en los próximos días, se recomienda que cualquier persona que vaya a realizar actividades al aire libre, se informe sobre la calidad del aire en su zona accediendo a las páginas web relacionadas con la calidad de aire y los índices de calidad del aire en Europa.
Además, se recomienda también evitar el desarrollo de acciones tales como la quema al aire libre de restos vegetales y en general cualquier actividad que pueda provocar la emisión de partículas con objeto de minimizar los efectos de este episodio.
Varios episodios desde marzo
Desde el pasado mes de marzo, Palencia y Castilla y León han sufrido varios episodios de incursión de calima o polvo africano sobre sus territorios. Sin embargo, ninguno tan importante y fuerte como el de mediados del mes de marzo.
Entonces, la arena era visible por todos los lados de la ciudad y la provincia. El polvo rojizo se instaló en todos los recovecos dando una imagen casi marciana a Palencia. Además los niveles de calidad del aire bajaron a niveles ínfimos y se llegó a registrar concentraciones de partículas hasta 13 veces superiores a las seguras.