La Junta tiene la intención de reparar o reconstruir nueve refugios de pastores en los municipios de Cervera y Brañosera
Tendrán chimenea francesa, el suelo de piedra caliza, ventanas metálicas con cristales tipo climalit…, pero no se puede decir que, salvo por el entorno y las vistas, vayan a ser un alojamiento de lujo.
Tampoco lo pretende, como no lo han hecho durante el tiempo en el que han estado jalonando la Montaña Palentina, sirviendo de refugio para aquellos valientes que trabajaban la trashumancia hacia los pastos frescos de la cordillera cantábrica. Fueron un refugio contra los animales salvajes y las inclemencias del tiempo y ya. Los lujos para otros o en otros ámbitos.
De eso hace mucho y ese desuso que se les ha dado lo que ha provocado es que los chozos de los pastores de la Montaña Palentina hayan quedado prácticamente en ruinas. A algunos les falta una ventana. Otros tienen un agujero en una techumbre llena de fibrocemento y otros… se sabe que fueron refugios de montaña por la acumulación de piedras junto un pequeño tabique. “Estos refugios son un testigo de una forma de vida extinta y suponen un valor etnográfico de primer orden que merece la pena conservar y poner en valor”, explica la Junta de Castilla y León.
Patrimonio Natural de Castilla y León, a petición de las Juntas Vecinales de Resoba y de la Junta Vecinal de Celada de Roblecedo, pretende llevar a cabo la reparación en unos casos, la reconstrucción en otros y la recuperación en todos ellos, de nueve refugios en los municipios de Cervera de Pisuerga (a donde pertenecen esas juntas vecinales) y en el de Brañosera.
Son los refugios de Adrás en Herreruela de Castillería, los de Urguillo, Vallejuelo y Cuencas en Celada de Roblecedo; Grajeras en Resoba y Mesucoas, Mostajuelo, Valdecebollas y Sel de la Fuente en Brañosera.
De forma paralela, se aprovecharán las obras en estos lugares de difícil acceso para crear abrevaderos con captaciones hídricas y renovar otros ya existentes.
Las obras en cada uno de ellos.
Según el proyecto de la Junta, en el Chozo de las Adras, en la Junta Vecinal de Herreruela de Castillería no serán necesarias demasiadas actuaciones, al menos en su estructura básica.
Así, se realizará el desmontaje de las placas de fibrocemento existentes en el techado, y se construirá una nueva cubierta restaurando la pared donde apoya la viga. El nuevo tejado será con placa ondulada asfáltica y teja cerámica curva. Aparentemente al exterior, será un tejado tradicional, con aleros de madera de 30 cm.
Todos los chozos a restaurar tendrán estas características. Como también el hecho de que en su interior se construirá una chimenea de tipo francesa, que las ventanas que se coloquen nuevas o sustituyan a las antiguas serán de tipo Climalit para mejorar el confort de aquellos que por cualquier razón tengan que usarlos.
Lo que no ayudará al confort, será el lugar donde descansar, puesto que lo que se construirá será un camastro de madera y piedra. El mullido correrá por cuenta del usuario del chozo. El suelo será ahora de losas de piedra caliza, sobre lecho de hormigón.
En el caso del de las Adras, se mejorarán de forma puntual los caminos de acceso.
Chozo del Urguillo en Celada de Roblecedo
Tampoco es de los más ajados por el paso del tiempo, por lo que las actuaciones a llevar a cabo serán las mismas que en el de Adras, con el añadido de en las paredes exteriores e interiores, se realizará la reparación de pequeños desperfectos existentes en el enfoscado, para posterior pintado de toda la pared exterior con una pintura plástica de exterior.
Chozo de Vallejuelo o de La Dehesa en Celada de Roblecedo.
Su estado deja mucho que desear. Es más, según las fotografías que se adjuntan en el documento con el que la Junta pretende contratar las obras, hay que echarle mucha imaginación para intuir que ahí hubo una edificación.
Tanto, que para este chozo se habla de la destrucción del mismo, la separación de las piedras que puedan ser útiles y usarlas para su reconstrucción.
El resto de las actuaciones siguen el mismo patrón: nuevo techo, ventanas de climalit con contraventanas metálicas, puerta metálica, chimenea francesa, camastro de madera y suelo de losas calizas.
Chozo de las Cuencas, en Celada de Roblecedo.
Su estado de conservación es notable, pero es necesario el cambio de la techumbre, actualmente de uralita.
Además de los arreglos y dotaciones que compartirá con el resto de chozos, en este caso se hace necesaria la realización de una captación de agua en los entornos, para dar ser vicio a una nueva fuente. La captación estará a 400 metros de la fuente por lo que también se tendrá que ejecutar una canalización.
De las Grajeras en Resoba.
Es otros de los que se parecen más a un cúmulo de piedras que a una edificación. Se demolerá lo poco que queda de él, salvando los materiales que puedan usarse y se reconstruirá con las mismas características que el resto de lo chozos de la Montaña Palentina.
Y puesto que originariamente los usuarios de estos refugios iban acompañados de sus animales, en este chozo se deberá construir también un abrevadero, prefabricado, de 5 metros de longitud, que será alimentado mediante una captación realizada en las proximidades, en torno a 130 metros.
Chozo de Las Mesucas en Brañosera.
Con un agujero en la techumbre, será necesario un nuevo tejado, y revocar algunas grietas importantes en uno de sus paños, para continuar con las actuaciones generales.
A esto hay que añadir que el chozo se encuentra muy cerca de un cortado, por lo que la actuación se complementará con la instalación de una barandilla de madera que impida caídas tanto de personas como de animales.
Chozo de Mostajuelo en Brañosera
Uno de los más grandes, con casi 40 metros cuadrados, y dividido en dos estancias, con cuatro ventanas y hasta una chimenea.
Ésta se sustituirá por una francesa, como en el resto, las ventanas se actualizarán y se cambiara el techo. Además, para facilitar los accesos a los vehículos se utilizarán de forma puntual retropalas.
Chozo de Valdecebollas, en Brañosera
El de mayor dificultad de acceso, ya que no hay opción de llegar por medio rodado. “No hay camino ni posibilidad de abrir uno nuevo. Solo cabe la posibilidad de llegar con un tractor o vehículo similar. Se puede llegar en todo terreno hasta 1 km del chozo, después solo acceso en tractor o similar”.
Las actuaciones en su interior, serán las mismas que en el resto de los refugios a restaurar.
Chozo de Sel de la Fuente, en Brañosera
Al igual que el anterior, tiene muy mal acceso, aunque se permitirá el repaso puntual de algunos caminos para facilitar, hasta un kilómetro antes de llegar al refugio, el acceso de los vehículos de obra.
Pilón del Calero en Celada de Roblecedo.
No solo serán objeto de actuación los chozos, o lo que queda de ellos. También algunas de las infraestructuras ganaderas trashumantes existentes, con el pilón del Calero, que se impermeabilizará y se ‘urbanizará’ con una pequeña solera de hormigón a su alrededor.
Sin embargo, estas actuaciones tendrán que esperar por ahora, porque el contrato que la Junta sacó a licitación por casi 200.000 euros ha quedado desierto.