El Patronato de la Fundación Narciso Maisterra quiere dedicar esta carta al pintor palentino Narciso Maisterra, fallecido esta semana
Homenaje a un maestro llamado Narciso Maisterra
Hace poco menos de un mes, por fin pudimos presentar la Fundación que lleva tu nombre, querido Narciso. Tras mucho tiempo y mucho empeño por tu parte, por fin vio la luz coincidiendo con la apertura estival del museo y la inauguración de la exposición de Concha Gai. Tu juventud y casi adolescencia interior se reflejaba en tu exterior de 88 años ese día, radiante como estabas.
Qué tristeza que estas líneas que debieran de haber sido un homenaje a tu vida y obra, se conviertan en un obituario. Narciso, contigo te llevas unos escorzos imposibles, una visión real, cruda, del cuerpo humano, dando una belleza inimaginable donde otros solo veían decrepitud. Unos montajes que revolucionaron muchas galerías en tiempos remotos, con propuestas rompedoras y geniales. Te llevas unos paisajes alargados e infinitos como tu inquietud, eternamente joven. Tantos proyectos en mente se quedan huérfanos y tantos espacios y lienzos por llenar.
Contigo, perdemos a un Maestro de la vida, con tu actitud epicúrea del sabio griego, el maestro que nos enseñó a ver la Naturaleza en la belleza de un árbol, de un paisaje, del cuerpo humano. Fuiste sobre todo un gran Hacedor, un hacedor de paisaje allí donde el
hombre había maltratado la naturaleza, un hacedor de jardines, y un hacedor de Pintura con mayúsculas. Sin duda alguna, se nos ha ido uno de los mejores pintores españoles del siglo.
Una sensación de haber llegado tarde nos invade. De nuevo cometemos el error de no haber sido capaces de reconocer en vida a un grande de la pintura, a una joya en lo
personal y en lo artístico. Sin duda hemos llegado tarde pues eres un adelantado a nuestro
tiempo y cuando hemos llegado los demás, tú te has ido buscando sin duda nuevos horizontes que representar y nuevos vacíos que llenar.
Y sin embargo qué honor, qué alegría haber compartido contigo lo mucho y lo poco, tu austeridad vital y tu opulencia pictórica, tu libertad de pensamiento y esa eterna juventud
de espíritu que nos hacía sentir frescos a tu lado así como tu independencia y tu coraje.
Perdemos un referente, un faro en este erial, pero llegaste a tiempo de que la Fundación, ese espacio que tú habías diseñado y que tenías en tu cabeza desde hace tiempo,
naciera. De todos nosotros depende que esta pequeña planta crezca y se convierta en ese
otro laurel que habitado por las musas, inspire a jóvenes artistas.
Patronato de la Fundación Narciso Maisterra