La Universidad de Valladolid presentó este martes los resultados del estudio elaborado por investigadores de la ETS de Ingenierías Agrarias de Palencia sobre el potencial de los bosques municipales como sumideros de carbono
El trabajo ha investigado bosques como el de Guardo y ha desarrollado sistemas para calcular la rentabilidad del bosque como sumidero de carbono, lo que permitirá certificar a los Ayuntamientos para optar a subvenciones
¿Qué capacidad tienen los bosques municipales para convertirse en sumideros de carbono? Esta es la cuestión a la que trataba de responder la investigación liderada desde la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias del Campus de la UVa en Palencia. Y es que los entornos forestales de los pueblos tienen un importante potencial en la lucha contra el cambio climático, por su capacidad de equilibrar el balance de emisiones de carbono a la atmósfera.
Compensar las emisiones de carbono tiene, además, un potencial como recurso económico para las localidades en cuestión, pues permitiría a sus Ayuntamientos acceder al retorno económico del mercado de los bonos de carbono proveniente de las entidades con saldo positivo como emisoras de CO2 a la atmósfera.
El trabajo ha sido elaborado por un grupo de profesores y profesionales vinculados a la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid en Palencia, a petición de la Red de Municipios con Desafíos Demográficos y contra la Despoblación SIEMBRA, una organización que tiene como objetivo fundamental la defensa de los intereses de los municipios que padezcan deficiencias demográficas graves y permanentes, y ha sido financiado por la empresa de energías renovables Capital Energy.
El objetivo de este trabajo pasa por lograr que los municipios con problemas de despoblación puedan recibir los emolumentos que les pudieran corresponder gracias al mercado del carbono, con los que les sea posible incrementar, por ejemplo, su capacidad de contratación en las tareas de mejora y gestión selvícola de sus bosques y, con ello, mejorar sus tasas de absorción de gases que provocan el efecto invernadero, lo que podría contribuir a frenar el fenómeno del despoblamiento rural mediante la generación de puestos de trabajo.
En este trabajo, de carácter piloto, se han analizado los bosques de 5 términos municipales: Celadas (Teruel), Guardo (Palencia), Igüeña (León), Malagón (Ciudad Real) y Navafría (Segovia), de características agroforestales muy diferentes y repartidos por todo el territorio nacional, consiguiendo una diversidad que debe permitir adquirir la necesaria referencia de la capacidad sumidero de los municipios españoles, con la que ampliar el estudio a un mayor número de municipios, que abra camino para abordar el objetivo final de estudiar todos los municipios del Estado.
Un proceso de certificación semiautomático
De esta manera, se han localizado y analizado las bases de datos alfanuméricas y geográficas a través del soporte cartográfico que proporcionan los Sistemas de Información Geográfica, para estimar la cantidad de carbono que atesoran la biomasa vegetal forestal, así como la correspondiente al carbono orgánico del suelo.
El laborioso método de cálculo implementado ha sentado las bases con las que poder agilizar el cálculo, de manera que permita generar un procedimiento semiautomático con el que generalizar y abordar su aplicación en un mayor número de municipios.
Este trabajo da respuesta a uno de los objetivos de la Dirección General de Políticas Contra la Despoblación (MITECO), que acogiéndose a la Orden “TED/1358/2021, de 1 de diciembre”, establece las bases reguladoras para la concesión de subvenciones para la financiación de proyectos innovadores para la transformación territorial y la lucha contra la despoblación.
En este contexto, se ha presentado una propuesta de subvención, bajo el nombre “CO2hesión”, que pretende dar a conocer la capacidad sumidero de los montes de los municipios de menos de 5.000 habitantes, de manera que sus resultados generen un procedimiento certificador de su capacidad sumidero.
Con esta certificación los ayuntamientos dispondrán de suficiente aval con el cual acceder al mercado de los bonos del carbono atmosférico, que les permita ampliar sus nóminas de trabajadores para la conservación y ampliación de la capacidad sumidero de sus términos municipales.