Será a las 16 horas, y se establecerá un perímetro de seguridad para echar abajo un chimenea que se podía ver desde decenas de kilómetros de distancia
Se acabó. Las labores de desmantelamiento de la central térmica de Velilla del Río Carrión seguirán unos meses más, pero lo cierto es que hoy el espacio que ocupó durante décadas perderá todo su ADN.
A las 16 horas está fijado que la flaca, la chimenea más alta de la térmica de Velilla, asociada al segundo ciclo de la misma (como la ‘gorda’ -la torre de refrigeración- que fue la primera en caer) de con toda su altura en el suelo. Hace poco también se voló la torre de la fase 1.
175 metros de hormigón reducidos a escombros después de soltar, durante décadas, desde 1984, los gases de la combustión del carbón palentino, leones y también traído allende de las fronteras españolas para generar hasta 361 megawatios de potencia instalada.
Como ha confirmado Iberdrola, propietaria de estas instalaciones, se trata de una estructura de compuesta por un fuste de hormigón armado (HA) cilíndrico en la parte superior (de 175 a115 m) y troncocónico en la parte inferior (de 115 a 0 m).
Se estima un peso de 5.400 tn.
Perímetro de seguridad
La voladura se producirá, indica la eléctrica, “con las máximas garantías de seguridad y un mínimo impacto ambiental”. De hecho se ha establecido un perímetro de seguridad con un radio de exclusión de 200 metros. Superficie que afecta únicamente a instalaciones de la propia central térmica, no viéndose incluida ninguna vivienda dentro de la zona de la voladura.
No cabe duda de que después de los escasos segundos que durará la voladura del último resquicio visible de la central Térmica de Velilla, inaugurada en los años 60 y ampliada en los 80, hará que cambie de forma definitiva el skyline de la localidad velillense, pero también el horizonte que veían muchos vecinos de la zona norte, porque la flaca, era visible desde decenas de kilómetros. Incluso desde algunos parámos del sur de la provincia con era posible atisbar su punta rojiblanca y en sus días el penacho de humo saliendo de ella.
El sol, sustituto del carbón
Aparejado al desmantelamiento de sus centrales térmicas en España, Iberdrola contempla la instalación de 1.800 MW verdes en los próximos años.
De hecho, el proyecto de transformación de Velilla incluye la construcción de uno de los mayores complejos fotovoltaicos de la región, “más redes inteligentes y movilidad sostenible, proyectos de economía circular y una Plataforma de Innovación Ciudadana para incentivar el emprendimiento”, defiende Iberdrola, que realza el hecho de que sea la eléctrica más grande del mundo sin producción de carbón.
Recientemente, Iberdrola ha obtenido luz verde ambiental para una de sus plantas fotovoltaicas de la montaña palentina, Virgen de Areños III, que con 50 MW de potencia instalada y más de 92.000 módulos, tendrá capacidad para suministrar electricidad a 27.000 hogares y evitará la emisión de 12.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. La inversión ronda los 35M€. Durante la construcción habrá un gran componente local de proveedores industriales, con hasta 250 empleados en períodos punta de trabajo, declaran desde Iberdrola.
