Se llegaron a registrar rachas de hasta 60 km/h aunque apenas se recogió un litro de precipitación
No están los árboles palentinos para muchos bailes. Danzas forzadas como las que tuvieron que sufrir durante la noche y la madrugada de ayer, debido a la tormenta que se desató pasadas las 23 horas.
El viento aparejado a los rayos, los truenos y la lluvia, alcanzó rachas de 41 kilómetros por hora en una primera fase y de hasta 60 en una segunda, ya entrada la madrugada.
Con esos meneos hoy era fácil encontrar restos de ramas caídas en algunos parques de la ciudad, como el de Jardinillos. Sin ir más lejos, esta mañana, decenas de personas, que preferían esperar a su tren en el frescor del parque, tenían que esquivar algunos restos arbóreos desprendidos durante la noche.
Árboles.
Sin embargo, en dos zonas el peligro generado entre el viento y los árboles fue mayor y obligó a la intervención tanto de los Bomberos como de la Policía Local de Palencia. Por ejemplo, en la calle El Cobre, (junto a La Carcavilla) se comunica la caída de un árbol. Una patrulla de la Policía Local acudió a valorar el alcance del desprendimiento y se comprueba que el árbol se encuentra sobre la acera. Fueron los Bomberos quienes retiraron la rama de grandes dimensiones de la acera y quienes aseguraron la zona.
También fue necesaria la intervención de ambos cuerpos después de que se avisara de que una rama se había caído sobre unos vehículos en la avenida de Cuba. El Servicio de Atestados comprobó los hechos, se solicitó ayuda a los bomberos, que retiraron las ramas. Ninguno de los vehículos, presentaba daños aparentes.
También una chimenea.
Del mismo modo, en la calle San Juan de la Cruz, la tormenta llegó a tirar la chimenea de uralita de una casa. Esta llegó a impactar en su caída con u vehículo estacionado. De nuevo los bomberos de la capital se hicieron cargo de asegurar la zona.
En cuanto a las precipitaciones, se puede decir que la tormenta, que recogió rachas de hasta 60 km/h, fue una tormenta casi seca. Llovió en Palencia, sí, pero según la Aemet, solo un litro. Muy lejos de la imagen que apenas 45 kilómetros al sur, se estaba viviendo en Valladolid.
Ese litro, dividido en dos horas, apenas sirvió para elevar la humedad en el ambiente hasta el 70%, para volver a bajar rápidamente hasta la mitad de la noche y marcar el máximo de humedad a las 8 de la mañana de hoy, con un 74%. La mínima de la jornada estuvo en el 25%.
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