Hablamos con Héctor Castrillejo, de El Naán, sobre la experiencia que está viviendo el grupo palentino al formar parte de la “orquesta folclórica residente” de Vetusta Morla en su gira ‘Cable a Tierra’
«Nunca pensé que mis humildes versos llegaran hasta un púlpito tan enorme». Con estas palabras expresaba en sus redes Héctor Castrillejo, de El Naán, la emoción sentida tras el comienzo de la gira ‘Cable a Tierra’ de Vetusta Morla en Valencia, el pasado 14 de marzo. Y es que la formación palentina ha entrado a formar parte del elenco que acompaña a este célebre grupo en su última gira.
Ya con el ‘susto’ superado, Héctor nos amplía sus sensaciones y afirma estar «flipando» por el hecho de poder llevar todo el concepto que articula El Naán (música de raíz, poesía, el concierto como ritual…) a un entorno tan «insólito» como es un estadio lleno.
«Es muy emocionante para nosotros llevar la voz de Palencia y Castilla y León, de nuestro folclore y nuestra cultura, a esos grandes escenarios a menudo reservados a otro tipo de músicas, como el pop o el rock. Además, nuestro proyecto nace a fuego lento, en un pueblo de apenas 70 habitantes. Y que llegue a este nivel de difusión mediática es un pequeño milagro». De hecho, los primeros ensayos con Vetusta Morla tuvieron lugar aquí, en Tabanera de Cerrato.
Los de Tres Cantos se interesaron por la música de raíz que se hace en España cuando concibieron temas como ‘Finisterre’, que se inspiró en la canción ‘Panaderas de pan duro’ de El Naán. «Dieron con nosotros y les gustó», cuenta Castrillejo.
Por mediación del productor musical Jorge Calderón, de Estudio Eldana, tomaron contacto directo. En 2021, «nos invitaron a actuar en el Teatro Real y en Rivas-Vaciamadrid con ellos con nuestro tema Las Panaderas. Hubo feeling personal y musical». El rapsoda de El Naán detalla que Pucho y sus compañeros «vinieron a vernos en varios conciertos y les gustó nuestro directo, con intervenciones poéticas, y nos propusieron entrar en su gira».
También incorporaron la poesía de Castrillejo en la línea de ‘‘concierto-ritual’’ que sigue El Naán desde sus inicios. Una apuesta novedosa y arriesgada que «está funcionando de manera increíble. Ante esas grandes masas de público, el concepto de rito cobra un sentido de celebración catártica».
La gira arrancó el 14 de mayo en Valencia y recaló después en Barcelona, Gran Canaria y Tenerife. En junio, continuará en Bilbao (día 3), Pontevedra (5), Alicante (11), Sevilla (17) y en el Wanda Metropolitano de Madrid (24), con aforo para 65.000 personas. Además de Castrillejo al frente de la poesía, están Adal Pumarabín, que ha dirigido el trabajo rítmico; María Alba (arreglos vocales) y Carlos Herrero (trabajo melódico).
A ellos se suman las dos componentes de Aliboria, que aportan sonido de panderetas y otros instrumentos de la etnografía gallega. Para Vetusta Morla, esta orquesta folclórica residente «suma al universo habitual de la banda una pléyade de instrumentos tradicionales de toda la península y ultramar». Timbres que ayudan a contar una historia «cosida con versos, de reencuentro y redescubrimiento» para celebrar «que estamos vivos y juntos».