David Herrero / ICAL
La llegada del buen tiempo es sinónimo de cambio de armario y el zapatero no se queda atrás. Sandalias, cuñas o chanclas entran en escena durante las vacaciones y meses veraniegos, con forma de complementar cada ‘look’, aunque los pies lanzan un mensaje de alarma.
La secretaria del Colegio de Podólogos de Castilla y León, Cristina Ortega, afirma en declaraciones a la Agencia Ical que es recomendable que el zapato sea sujeto y no esté en chancla, porque “cuanto más suelto esté se producirá un mayor trabajo de los dedos para hacer una especie de garra y así sujetarlo”.
“En nuestra zona tenemos dos meses de verano y nos podemos permitir el uso de sandalias. Si fuera así todo el año, se debería alternar con días de calzado sujeto para que se relaje la musculatura”.
A nivel de pie, destaca la importancia de la hidratación, con aplicación de crema a diario, dado que el clima de Palencia es seco y al no haber agua en el ambiente se resecan los talones y aparecen las durezas, que también se ven acrecentadas por el rozamiento al llevar los pies sin calcetines, añade.
En relación a las uñas, aclara la necesidad de realizar un corte adecuado de las mismas, quien no pone problema a que las pacientes se pinten las uñas durante el corto margen de buen tiempo palentino, pero alerta que no es adecuado hacerlo de manera habitual.
El esmalte es impermeable y la uña es un tejido poroso, razón por la que “se evita que transpire y es más fácil que esa persona pueda coger hongos”.
Pie del peregrino
Muchas personas deciden realizar alguna etapa o completar de manera íntegra el Camino de Santiago, actividad que conlleva desgaste para los pies. De ahí que la podóloga palentina recomiende llevar a cabo una buena hidratación en torno a unos 15 o 20 días antes de comenzar las caminatas.
Una vez en ruta, sería bueno aplicarse cremas especiales o usar calcetines específicos contra las ampollas. “Merece la pena hacer un poco de inversión en unos calcetines un poco más caros, los cuales no tienen costuras y llevan doble tejido, por lo que el rozamiento se queda en el calcetín”.
Ortega traslada a la Agencia Ical la idea de llevar a cabo un buen aseo de los pies tras todo el día, de la mano de una buena ducha al finalizar la jornada y usar sandalias para que puedan transpirar.