El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) propone declarar 13 nuevas hidrológicas en Castilla y León, de las 67 en estudio en todo el país. En la Comunidad, se plantea reconocer seis fluviales y, por primera vez, tres reservas naturales lacustres y cuatro subterráneas, según la información consultada por Ical.
El Miteco lanzó este martes una consulta pública sobre la propuesta para la declaración de 67 reservas hidrológicas. Así, la ampliación de dos tramos de ríos y la declaración de 26 reservas fluviales, con una longitud de 515,61 kilómetros, hacen un total de 248, con una longitud de 3.845,75 kilómetros. Por su parte, las 19 lacustres equivalen a una superficie de 14,34 kilómetros cuadrados y las 22 subterráneas, a 931,04 kilómetros cuadrados.
En cuanto a las reservas fluviales, las seis nuevas suman 85,79 kilómetros, en las cuencas Miño-Sil, Cantábrico-Occidental y Tajo. Se trata de la denominada Río Ancares, que engloba en sus 35,17 kilómetros al Cuiña y de la Vega, en El Bierzo (León); la Cabecera del río Sella, que incorpora el Eria, el arroyo Fonsella y el propio Sella en sus 4,78 kilómetros en León; así como la del Río Alagón (25,16 kilómetros) en Salamanca; la del Río Alberche (6,63) en Ávila; la del Río Barquillo y arroyo Carda -arroyo del Águila y río Candelario- con 10,51 kilómetros en Salamanca, y la ‘Garganta de las Torres’, con 3,54 kilómetros, en Ávila.
En cuanto a las reservas lacustres que se proponen, figura en la cuenta Miño-Sil el complejo lagunar de Los Lagos de la Baña en León (0,08 kilómetros cuadrados); y en la del Duero el lago de Sanabria (Zamora), que suma 3,56 kilómetros cuadrados, y la laguna Grande Gredos (Ávila), con 0,09 kilómetros cuadrados.
Respecto a las subterráneas, en el Duero el Ministerio propone la de Fuente Deshondonada (Sondonada) en Palencia y el manantial de Valdelastijeras en León; así como la Fuente de la Lechera en la reserva Miño-Sil en León y el manantial río Cadagua en la Cantábrico-Oriental, en Burgos.
El Ministerio explicó que esta propuesta ha sido fruto de los trabajos realizados por las confederaciones hidrográficas para la revisión de los planes hidrológicos de tercer ciclo (2022-2027). Así, se han identificado e incluido en la nueva planificación una serie de tramos fluviales, lagos y aguas subterráneas cuyas características les hacen meritorios para ser catalogados como reservas hidrológicas.