La sobrepoblación de gazapos afecta a la seguridad de las infraestructuras viarias y ferroviarias, y el Gobierno reclama a la Junta que la declare como plaga
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha propuesto esta mañana una estrategia de gestión integrada para resolver los problemas que la superpoblación de conejos causa en el medio rural, en los cultivos, en las infraestructuras de comunicaciones (carreteras y ferrocarril) y en las instalaciones de la Confederación Hidrográfica del Duero.
La representante del Gobierno de España en la comunidad autónoma convocó hace dos semanas, a petición de algunas organizaciones profesionales agrarias, una mesa de trabajo para abordar este problema. Hoy se ha celebrado, también en la sede de la Delegación, la segunda reunión para seguir avanzando en la puesta en marcha de acciones que mitiguen los efectos que provoca la sobreabundancia de esta especie cinegética.
Barcones ha manifestado a los técnicos que integran la mesa que la Administración General del Estado considera necesaria que se defina una estrategia de gestión de especie cinegética de atención preferente del conejo para avanzar hacia una solución a corto, pero también a medio y a largo plazo, para los sectores afectados.
Aunque el topillo campesino no es una especie cinegética, sobre él pesa una declaración de plaga endémica. El conejo sí es especie cinegética, si bien la Junta de Castilla y León no ha declarado aún como emergencia cinegética su sobreabundancia en el campo y en zonas consideradas de seguridad como carreteras o autovías. Las madrigueras crean puntos débiles en los rellenos de las tierras sobre las que se asientan, de modo que las debilitan y facilitan la entrada de humedad, además del problema de seguridad vial en el caso de que los conductores intenten esquivar a los conejos.
Efectividad
La estrategia que propone la Delegación del Gobierno en Castilla y León promueve la colaboración entre las administraciones y los sectores afectados y está diseñada para ser útil y efectiva en la respuesta al problema. Se propone para mejorar, a corto plazo, el control de la especie; a medio plazo, la eficacia de los recursos empleados en labores de cerramiento y limpieza; y a largo plazo, las prácticas adecuadas para proteger la biodiversidad y el equilibrio entre especies en el medio natural.
En primer lugar, se seguirán identificando las zonas donde el problema es mayor y los niveles de riesgo. Así se podrá disponer de un mapa completo de la situación actual en Castilla y León que permita priorizar e invertir los recursos disponibles de la manera más efectiva.
En segundo lugar, la estrategia pasa por la implicación de todos los agentes afectados y de los compromisos que deben de asumir en este trabajo coordinado, así como sistematizar la fórmula para colaborar e intercambiar información entre ellos.
En tercer lugar, se propone establecer un sistema de monitorización y vigilancia, que permita detectar las necesidades y revisar las medidas de control poblacional.
Trabajo previo
Hasta llegar a esta propuesta, la Administración Central ha trabajado en varias soluciones puntuales durante los últimos años para paliar el efecto de la reproducción desmedida de esta especie.
La Demarcación de Carreteras del Estado ha detectado problemas en todas las provincias de la Comunidad, salvo Segovia y Soria. Para paliar los daños, ha mejorado el cerramiento en zonas puntuales de su infraestructura, instalando una malla más tupida y enterrada en la base del cerramiento.
También, ha incrementado la limpieza de arbustos y vegetación en los taludes afectados para que los depredadores naturales, las aves rapaces, tengan más fácil la caza y ha removido los taludes para demoler las madrigueras que había. Igualmente, ha colocado mallas para impedir que los conejos las abran de nuevo. Además, se ha solicitado a la Junta de Castilla y León que autorice descastes y contactado con cazadores que utilizan hurones y redes en tramos críticos de desmontes y terraplenes.
Asimismo, la colaboración con agricultores y cazadores para que puedan tomar medidas con mayor facilidad es continua. Cuando hay daños en cultivos colindantes con la infraestructura viaria se autoriza la ocupación del dominio público de las autovías para que cacen con hurones y redes, previa autorización de la Junta de Castilla y León, competente en caza. También se autoriza la colocación de vallas anticonejos, como un cerramiento de baja altura, con parte enterrada.
Infraestructura ferroviaria
Adif también viene trabajando para mantener el control de esta especie y ha destinado un volumen notable de recursos a minimizar sus consecuencias en la infraestructura ferroviaria y evitar que los conejos se desplacen a otras zonas para alimentarse, las fincas de siembra adyacentes.
Así, se ha reforzado el cerramiento en la traza ferroviaria y colocado mallas sobre los taludes. En concreto, desde 2019, Adif invierte cada año en un proyecto para reforzar el cerramiento perimetral de las líneas de alta velocidad en los tramos más castigados. Este proyecto, junto con el control de la vegetación a lo largo del trazado de las vías y las medidas para facilitar el descaste de conejos con hurón y redes en todas las líneas de alta velocidad, se incluye ya como una actividad más en las operaciones de mantenimiento y conservación.
Necesaria coordinación
Aunque la infraestructura viaria dependiente del Estado se ve afectada por la acción de esta especie cinegética, como tal, su control es competencia de la Administración Autonómica, de la misma forma que las medidas de sanidad vegetal y protección de cultivos.
De ahí, que sea necesario coordinar esfuerzos entre el Gobierno y la Junta, en tanto no quede resuelto el recurso de inconstitucionalidad planteado sobre la Ley de Caza de Castilla y León, para facilitar a la Administración Central la gestión de soluciones en las infraestructuras de titularidad estatal, como carreteras y vías férreas.
Participan en esta mesa representantes del Gobierno de España, de las organizaciones profesionales agrarias, Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Carreteras del Estado, Diputaciones y Junta de Castilla y León (Fomento y Agricultura). Precisamente es esta última institución, la Junta, la que tiene atribuidas las competencias en materia de control cinegético y de plagas, indican desde la Delegación del Gobierno en la comunidad.