La Diputación de Palencia prevé ampliar este año a noventa y cinco usuarios su programa de entrenamiento cognitivo y de fomento de la conectividad entre las personas mayores
La Diputación de Palencia prevé ampliar a noventa y cinco usuarios el programa de entrenamiento cognitivo y de fomento de la conectividad mediante el uso de la tecnología que desarrolla desde septiembre con sesenta personas mayores de la provincia. Se trata de una iniciativa impulsada por el área de Servicios Sociales de esta institución que desarrolla Cruz Roja Española.
La soledad causa muchos problemas asociados a la vejez, como la pérdida de hábitos de vida, el empeoramiento de la salud mental, la aparición temprana del deterioro cognitivo, o su agravamiento, así como una mayor vulnerabilidad a sufrir abusos o maltratos. Este programa persigue que las personas mayores puedan mejorar su calidad de vida, al promover un envejecimiento saludable, contando con las nuevas tecnologías de la información, que desempeñan un papel fundamental en el proyecto, convirtiéndose en aliadas para el entrenamiento cognitivo y la comunicación interpersonal.
Las tecnologías de la información y la comunicación están integrándose en la vida cotidiana de las personas mayores a gran velocidad, y se está demostrando que su creciente utilización repercute en afianzar su calidad de vida, su salud y su autonomía personal, ya que promueven un envejecimiento activo y más participativo con su entorno.
Este programa de la Diputación se organiza mediante una atención individual a través del uso de tabletas durante cuatro meses, respaldado con actuaciones relacionadas con la adquisición y puesta en práctica de unos básicos conocimientos tecnológicos que propicien una relación entre las personas mayores participantes, creando una red social entre usuarios con unas inquietudes y experiencias compartidas. La administración provincial contará este año con noventa y cinco tabletas y las correspondientes conexiones a Internet para avanzar en la implantación de esta iniciativa.
De ese modo, no solo se mejora la calidad de vida de las personas mayores en su proceso de envejecimiento, sino que se reducir la soledad y el aislamiento involuntarios que sufren mujeres y hombres mayores, que así conservan o aumentan sus capacidades cognitivas y sus vínculos sociales, lo que repercute en un envejecimiento más activo y saludable.