La Plataforma Estatal de Enfermera Escolar subraya que la vacunación contra la Covid-19 a los menores entre 5 y 11 años sería “más ágil, eficiente y conllevaría menos inconvenientes para madres y padres” si se contase ya con una enfermera escolar en todos los centros educativos españoles.
Con motivo del inicio de la campaña de vacunación de 3,3 millones de menores en todo el país, la Plataforma Estatal de Enfermera Escolar, integrada por el Sindicato de Enfermería (Satse); el Foro Español de Pacientes (FEP) y el Sindicato Independiente de la Enseñanza Pública (ANPE), considera que la administración de la dos dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech en los centros educativos es una opción con muchas ventajas, tanto para el alumnado como para las madres y padres y el resto de la comunidad educativa.
No obstante, la Plataforma insiste en que solo es posible si en cada centro educativo se cuenta con una enfermera escolar que pueda encargarse de gestionar, preparar y administrar las dosis pertinentes, así como de hacer el seguimiento y control de posibles efectos adversos, y todo ello siempre en coordinación y colaboración con Atención Primaria.
Asimismo, la plataforma apunta que, dado que una sola enfermera puede vacunar a cerca de un centenar de niños y niñas cada día, la campaña de inmunización sería “más rápida y eficiente”, evitando así, además, los desplazamientos a los correspondientes centros de salud “con los consiguientes inconvenientes y riesgos al tener que acudir a un entorno, como es el sanitario, donde existen más posibilidades de contagio del coronavirus”.
Otros beneficios, según la plataforma, es que no supondría la pérdida de horas lectivas por este motivo para el alumnado y se evitaría que los padres y madres tengan que dejar temporalmente su trabajo para acompañar a sus hijos al hospital o centro de salud correspondiente.
“Lamentablemente, la realidad actual es que las distintas administraciones autonómicas siguen sin apostar por la implantación generalizada de la enfermera en los centros educativos, por lo que su presencia sigue siendo residual en el conjunto del Estado”, resaltan los portavoces de la plataforma.
Al respecto, insisten en que, si siempre resulta necesaria la presencia de, al menos, una enfermera o enfermero en cada centro educativo, en el actual contexto donde la pandemia del Covid-19 sigue muy presente lo es mucho más, ya que hay que priorizar la prevención, atención y cuidados a más de ocho millones de niños, niñas y jóvenes mientras cursan sus estudios durante gran parte de su jornada diaria.
En este sentido, la Plataforma Estatal de Enfermera Escolar resalta que se ha podido constatar la labor de la enfermera escolar a la hora de evitar y controlar el virus en aquellos centros y territorios en los que ya se cuenta con este profesional sanitario. Caso, por ejemplo, de Andalucía, comunidad autónoma que el pasado curso ya apostó por esta figura y que ha conseguido que la práctica totalidad (98 por ciento) de sus centros educativos hayan estado libres de coronavirus.
La plataforma reitera que “la razón por la que los consejeros de Educación y Sanidad no apuestan por ofrecer mayor garantías de seguridad y salud en los centros educativos es meramente económica”, cuando el gasto de implantar esta figura en países como el Reino Unido, Francia o EE.UU, aseguran, “es únicamente de unos 16-20 euros al año por habitante”.
Por último, la Plataforma Estatal de Enfermera Escolar recuerda que, de manera paralela a la realización de labores de prevención, detección y atención a casos Covid-19, “los enfermeros son los profesionales sanitarios competentes para responder a las necesidades de cuidados de los niños, no solo en el ámbito asistencial, sino de información, sensibilización y formación de cara a adquirir hábitos de vida saludables”.