Tres egresadas de Derecho de la UVa, de origen palentino, aprueban las oposiciones a Judicatura dos años después de su graduación, un hito muy difícil de lograr
Tres egresadas de Derecho de la Universidad de Valladolid, Marina Bueno Moras, Marta Campo Gonzalo y María del Carmen Medina Román, han aprobado las oposiciones a Judicatura a las que se presentaban por primera vez, tan sólo dos años después de graduarse, algo que consiguen sólo unos pocos.
Además de haber estudiado en las aulas de la Facultad de Derecho de la UVa, las tres comparten elementos en común como la edad, 24 años, y su origen palentino: Marina es de Palencia capital; María del Carmen, de Villalcázar de Sirga y Marta, de Guardo. Las une, además, su vocación por la judicatura, a la que todas tenían muy claro que querían dedicarse desde que comenzaron el grado de Derecho.
En el caso de Marina, la presencia de jueces en su círculo familiar y la admiración y respeto que ha sentido por ellos desde pequeña, despertaron su vocación. Para María del Carmen Carmen, fueron las películas policíacas las que despertaron su interés: “empiezas a interesarte por la figura del juez en las películas, y a investigar sobre ella y al final decides estudiar judicatura”. Y la elección de Marta comenzó en Bachillerato: “sabía que quería estudiar Derecho, pero no ser abogada. Lo que determinó mi elección fueron las prácticas que realicé en tercero junto a una jueza en Palencia”.
Sobre su paso por la universidad, las tres consideran que la formación teórica que han recibido ha sido fundamental para poder encarar la oposición, ya que “el esfuerzo memorístico que haces en la carrera te facilita la oposición porque ya llevas mucho volumen de información al examen”, señala Marta. “También te enseñan que las cosas necesitan de un trabajo diario, que las cosas no llegan de un día para otro. Creo que deberíamos estar muy orgullosos de la universidad en la que hemos estudiado y deberíamos promocionarlo más, porque la educación pública que nos dan en la UVa es muy buena”, añade Marina.
Precisamente el trabajo diario y la perseverancia han sido claves para enfrentarse al examen a la judicatura, además de tener la fuerza mental para afrontar el reto: “Al final una oposición es una lucha contra ti mismo donde al final tu mayor enemigo eres tú. Si no confías en ti, o no ves posible que vayas a aprobar, esos pensamientos te pueden hacer suspender, aunque vayas bien preparado”, explica María del Carmen. No exento de sacrificios y renuncias, “a decir no a Navidades, a sobremesas, a cumpleaños”, agrega Marta.
Disciplina y constancia pueden llevar a estas tres jóvenes donde quieran, aunque su actual ambición es, según expresa Marina, “formarme, ser buena profesional y poder responder en cada momento de la manera que tenga que responder de acuerdo con mi cargo”. A lo que María del Carmen añade la necesidad de “seguir trabajando, aprendiendo mucho, forjándonos como personas y como jueces, y aprender a ejercer esa función. Y hasta donde lleguemos sin cerrarnos ninguna puerta”.