La Consejería de Empleo e Industria, a través de la Dirección General de Comercio y Consumo, ha puesto en marcha una campaña de vigilancia y control de seguridad y etiquetado de juguetes coincidiendo con el periodo de compras navideñas. Durante la campaña, se llevarán a cabo 255 inspecciones en los establecimientos comerciales de Castilla y León con el fin de velar por la protección de los derechos de consumidores y usuarios, especialmente por la seguridad de los menores en la utilización de los juguetes.
En su planificación, la Dirección General de Comercio y Consumo ha establecido un mínimo de 255 inspecciones en el conjunto de la Comunidad, repartidas entre las distintas provincias del siguiente modo: 47 establecimientos encada una de las provincias de León y Valladolid; 36 en las provincias de Salamanca y Burgos; 20 en las provincias de Palencia, Segovia y Zamora; 15 en Ávila y 14 en Soria
El objetivo principal de la campaña es garantizar la protección de los menores contra los riesgos que puedan afectar a su seguridad en la utilización de los juguetes. Hay que tener en cuenta que los juguetes son productos destinados fundamentalmente a los niños, y estos, como consumidores especialmente vulnerables, deben ser objeto de especial atención para evitar que su salud y seguridad pueda verse comprometida si los juguetes no cumplen con los requisitos establecidos por la legislación.
Fundamentalmente, están siendo objeto de control en esta campaña los aspectos relacionados con el etiquetado, principalmente el marcado CE; las advertencias de seguridad y las instrucciones de uso. En el caso de juguetes eléctricos, se verifica, además, la existencia del preceptivo símbolo de recogida selectiva.
En concreto, se comprueba que el producto dispone del marcado CE en un lugar visible, de forma legible e indeleble, lo que acredita el cumplimiento de las normas de seguridad exigibles y constituye una garantía de calidad. También se revisa que las advertencias e instrucciones se encuentren en castellano, un aspecto importante porque han de especificar las directrices que deben seguirse para evitar riesgos para el niño, la posible toxicidad de sus componentes, y si el tamaño de las piezas es el adecuado a la edad del menor al que va dirigido. Igualmente, como en el caso de cualquier otro producto a la venta, el fabricante del juguete o importador debe estar identificado.
La campaña, que se desarrollará hasta finales del mes de diciembre, se lleva a cabo por las Secciones de Consumo de los Servicios Territoriales de Industria, Comercio y Economía que determinan los establecimientos minoristas sobre los que recaerán las inspecciones y se centrará especialmente en aquellos comercios que, con carácter habitual, son utilizados por los consumidores para la adquisición de estos productos y en aquellos que comercializan productos de importación de bajo precio.
Las actuaciones de control se realizarán con carácter oficial, de manera que, en el caso de detectarse desviación de la norma, se procederá conforme a los procedimientos establecidos adoptándose todas las medidas necesarias para asegurarse de que los juguetes no se comercializan si no cumplen los requisitos esenciales de seguridad.