Los precios de los alimentos se han multiplicado por hasta nueve al pasar del campo hasta la mesa en el mes de octubre
Una dinámica encuadrada en un contexto marcado el alza global en las materias primas y la energía, el colapso en los puertos internacionales y el rally alcista de los fletes marítimos, según datos del Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD) que mensualmente elabora la organización agraria COAG.
En concreto, los ajos multiplicaron por nueve su coste desde la cotización en el campo hasta el precio de venta al público en las tiendas, al pasar de cotizar a 0,64 euros por kilo en origen para venderse en destino a una media de 5,76 euros por kilo.
Por su parte, las cebollas costaban en los lineales de las tiendas un 700% más que el precio pagado a los agricultores en el campo, es decir ocho veces por encima, al marcar una cotización de 0,15 euros por kilo en origen y venderse en destino a una media de 1,20 euros.
Igualmente, los precios de las aceitunas de mesa se revalorizaron 7,49 veces del campo a la mesa, pasando de los 0,70 euros en origen, hasta 5,24 euros en el punto de venta al público, mientras que las sandías multiplicaron también su precio por más de siete (613%), al pasar de un precio de 0,15 euros al agricultor a 1,07 euros al consumidor.
En general, los productos agrícolas multiplicaron en el décimo mes del año su precio por 4,72 desde la cotización en el campo hasta el precio de venta al público en los lineales, mientras que los derivados de la ganadería (pollo, cerdo, conejo o huevos) lo hicieron por 3,22.
En concreto, el precio del kilo de cerdo pasó de 1,12 euros en origen a 5,98 euros por kilo en los puntos de venta al consumidor, es decir, un 434% más.
De este modo, el IPOD de productos agrarios y ganaderos publicado por COAG se situó durante el mes de octubre en 4,41.
COAG ya ha alertado de que la “brutal subida” de los costes de producción anticipa significativos recortes de producción en el campo español.
En el último trimestre se ha agudizado esta tendencia, ya que se ha disparado en un 300% el precio de la energía, un 100% el de los fertilizantes, entre un 40% y el 60% el del gasóleo, un 50% el de los plásticos, un 30% el del agua y un 25% los piensos para ganado.