El grupo francés Renault logró unos ingresos mundiales de 32.344 millones de euros en los tres primeros trimestres de 2021, un 12,3% de incremento respecto a los 28.799 millones de euros que facturó en el mismo período de 2020, según las cuentas trimestrales publicadas este viernes por la empresa.

La compañía que lidera Luca de Meo indicó que esta evolución positiva hasta septiembre se debe a la política comercial iniciada en el tercer trimestre del año pasado, que ha derivado en una subida de las ventas más rentables y en un efecto precio positivo.

No obstante, el consorcio del rombo alertó de que la crisis mundial de stock de semiconductores afectó a su negocio especialmente durante el tercer trimestre del año, con una bajada del 13,4% de los ingresos y del 22,4% de las ventas mundiales.

Así, Renault estima que dejó de fabricar alrededor de 170.000 vehículos el pasado trimestre por la escasez de suministro de dichos componentes y la previsión es que al cierre del año el volumen no fabricado por este problema se eleve a 500.000 unidades.

Entre enero y septiembre, la facturación de la división de Automoción del grupo galo fue de 28.024 millones de euros, un 13,6% de crecimiento, al tiempo que la rusa AvtoVAZ ingresó 2.022 millones, un 15,4% más.

En este período, la división de Servicios de Movilidad del grupo generó 17 millones de euros, un 21,4% más en la comparativa con los nueve primeros meses de 2020, y el área financiera obtuvo una cifra de negocio de 2.281 millones, un 3,3% menos.

CAÍDA DE LA FACTURACIÓN TRIMESTRAL

Solo en el tercer trimestre, el grupo Renault recortó un 13,4% su facturación, hasta los 8.987 millones de euros, en comparación con los 10.374 millones de euros que se embolsó el año previo. La división de Automoción redujo un 14,1% sus ventas, hasta 7.685 millones de euros.

AvtoVAZ cerró el tercer trimestre con unos ingresos de 537 millones de euros, un 19% menos, al tiempo que la de Servicios de Movilidad facturó 6 millones, un 20% más, y la financiera 759 millones, un 0,1% de ascenso.

En cuanto a las matriculaciones mundiales, la corporación automovilística comercializó 2,02 millones de vehículos entre enero y septiembre de este año, lo que supone un crecimiento del 2,6%, aunque en el tercer trimestre se anotó una caída del 22,3%, hasta 599.027 unidades.

Para el cierre del año, el grupo francés confirmó su objetivo de lograr un margen operativo similar al del primer semestre, a pesar de la caída de producción por la crisis de los microchips. También contempla contabilizar un ‘free cash flow’ operativo positivo de la división de Automoción.

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