Primero fue la crisis provocada por la pandemia y ahora es la de los microchips y semiconductores la que está pegando fuerte al sector de la automoción. Aunque cierto es que una se relaciona con la otra pues todo empezó en el mes de marzo del año pasado cuando, a causa de la pandemia del Covid, todo se paró. Con la reactivación de la producción, meses más tarde, las empresas de microchips, la mayoría en Asia, no pudieron atender toda la demanda.
Un año después aún se mantiene este problema que está afectando a muchos sectores, pero de lleno a las fábricas de vehículos. La industria automotriz se ve obligada a parar o ralentizar su producción.
Es el caso de Renault desde donde explican que “la situación es compleja”. Aunque no hay datos oficiales sobre las unidades de Megane y Kadjar que se han dejado de producir en Villamuriel, sí estiman que en todo el grupo se han dejado de montar 220.000 vehículos a causa de la carestía de chips y semiconductores. Y la situación tampoco tiene visos de mejorar. “Carecemos de visibilidad sobre los próximos meses y mantenemos un comité de crisis diaria sobre el tema para gestionar de la mejor manera posible la evolución de la situación. Esperamos que el tercer trimestre siga siendo muy difícil con un regreso gradual a la normalidad a partir del cuarto trimestre en adelante”.
Puesto que no se trata solo de una crisis que afecte a la principal factoría palentina, sino a todo el sector, empresas auxiliares y que dan empleo en la provincia también se han visto afectadas como Gestamp, entre otras. Alberto Miguel, secretario general de la sección sindical de UGT Gestamp, en Dueñas, indica que “desde antes del Covid ya estábamos en crisis, luego se sumó la pandemia y creemos que a todo esto se suma una guerra comercial”. Crisis que han provocado una pérdida de empleo de 200 personas en esta empresa -puestos de ETT- y que han supuesto la bajada de la carga de trabajo. “Esta situación es complicada para el sector del automóvil y no se va a solucionar tampoco en el primer semestre del próximo año”, indica Alberto Miguel.
NO TENEMOS QUÉ VENDER.
Si no se producen o se produce a menor ritmo, a los concesionarios de coches llegan menos unidades, lo que provoca, en algunos casos, el descenso de su stock hasta en un 50%.
“Estamos recibiendo la mitad de coches. Esta crisis la hemos empezado a notar en el mes de septiembre y se prevé estar así hasta al menos diciembre”, señala Tomás Franco, gerente de Autoffan Skoda. Añade que “las fábricas tampoco informan porque no saben. Es una situación de incertidumbre”. Franco asegura que “estamos viviendo una situación mala, facturar la mitad es muy complicado”.
Por su parte, desde Cobarsa Palencia señalan que el stock del que se dispone es bajísimo. “Si antes teníamos entre 40 y 50 coches por marca, ahora tenemos entre 10 y 15, vamos recibiendo a cuentagotas cuando antes era una entrega inmediata”. Y a pesar de no haber previsión sobre el final de esta situación confían en que “las marcas busquen la forma de que las fábricas puedan continuar produciendo”. Y hasta que llegue ese momento los concesionarios de coches están vendiendo el poco stock del que se dispone de tal forma que el cliente debe adaptarse a lo que hay disponible, o bien vender coches seminuevos, de km0.
Y como se trata de una crisis que afecta a todo el sector del motor, también está influyendo y de manera negativa en las empresas de venta de coches de segunda mano. Desde Luis Auto explican que se cumple el dicho de “es la pescadilla que se muerde la cola” ya que “si la gente no puede comprar coches nuevos porque no los hay, tampoco venden su propio coche, por lo tanto hay muchos menos vehículos que se pueden adquirir para vender de segunda mano y los que hay se han encarecido”.
Si de normal Luis Auto cuenta con un stock de 100 vehículos, actualmente son unos 60 de los que se dispone para la venta al público. “Lo que tienen que hacer las empresas es crear sus propios microcomponentes para poder autoabastecerse, porque este es un problema que se veía venir, habría que haber sido más previsor”.
Por otro lado, hay otros concesionarios de vehículos de Palencia que no han querido manifestarse sobre este tema ya que se encuentran “desinformados por parte de la marca”.
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