Funcas estima que el IPC, cuya tasa interanual se situó en agosto en el 3,3%, podría llegar a superar el 4% en los próximos dos meses para luego volver a descender hasta el 3,9% en el último mes del año, cinco décimas por encima de su anterior previsión.
Estas cifras se han calculado partiendo de la estabilidad del coste del petróleo y de que el precio de la electricidad bajará un 15% en los dos meses siguientes tras las medidas anunciadas por el Gobierno.
En este escenario central, la tasa media anual de la inflación será del 2,7%, frente al 2,5% previsto anteriormente por Funcas. Para 2022, estima una inflación media del 2,2%, que se situaría en diciembre en el 1,4%.
Si el precio de la electricidad no descendiera y se mantuviera estable, al igual que el petróleo, Funcas calcula que la tasa interanual de diciembre sería del 4,5%, con una media anual del 2,8%. Para 2022 dichas tasas se situarían en el 1,6% y 2,7%, respectivamente.
“La electricidad se ha convertido en el componente más volátil y determinante de las fluctuaciones del IPC, frente al petróleo, relativamente estable, y, por tanto, con menor incidencia en las oscilaciones de los precios”, ha explicado Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas.