El Campus de la Universidad de Valladolid en Palencia expone cuatro obras escultóricas del palentino Nino Barriuso, destacado representante del estilo poscubista afincado en el País Vasco
A. Acitores | Palencia
El escultor Nino Barriuso (Palencia, 1939) ha recibido hoy el homenaje del Campus Universitario palentino en un acto público que desde el Vicerrectorado se deseaba desde hacía tiempo llevar a cabo, a la espera de la mejora de la situación epidemiológica. El autor, que ha desarrollado toda su carrera como artista y como profesor en la Universidad del País Vasco, ha estado acompañado de familiares y amigos, así como de representantes de la Universidad de Valladolid, en la presentación de las cuatro esculturas que ha cedido a La Yutera y que ya pueden verse en el Vestíbulo del Aulario que desde hoy lleva su nombre.
Con este gesto, el Campus de Palencia apuesta por un acercamiento hacia el mundo del arte. “Estamos aquí hoy para hacer una vindicación de la cultura en la Universidad. Porque cualquier separación entre ambos sectores es negativa para la sociedad”, destacó el profesor Enrique Delgado, quien personalmente ha promovido esta colaboración y acercamiento a un autor hasta el día de hoy poco reconocido en su tierra natal. “Nuestro propósito es que el Campus sea un referente cultural con estas piezas, y otras futuras que puedan incorporarse”.
Tras visitar la sala donde se exhibirán las obras de manera permanente, Nino Barriuso ofreció una pequeña charla en el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias, donde repasó una trayectoria profesional y vital que destaca por su “búsqueda del conocimiento artístico y el desarrollo personal”, según sus propias palabras. “No he querido llenar mi currículum de exposiciones, sino seguir mi camino”.
En activo a sus 81 años como artista, su actividad creadora se vio afectada en ocasiones por problemas de salud que lograba superar para regresar a su estudio y a su actividad docente en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU). Si bien ha desarrollado su vida y su carrera en Euskadi, con numerosos viajes y etapas de formación en el extranjero, Palencia está en el centro de su vida y de su arte, según explicó el propio escultor.
“Sería otro totalmente distinto de no haber nacido en Palencia, de no haber vivido todas esas situaciones emocionales e intelectuales que me llevaron a ser lo que soy”, destacó después de recordar etapas de su vida como su formación en la Escuela de Artes y Oficios entre los años 1957 y 1958 de la mano de Mariano Timón, a quien describe como “un escultor académico decimonónico que me enseñó una figuración clásica contra la cual más tarde me rebelé, pero a quien sin embargo recuerdo como la persona que me hizo encontrarme con ese futuro que emanaba la escultura”.
En la presentación de esta pequeña colección que ya puede verse en el Aulario del Campus, Enrique Delgado destaca la importancia de Nino Barriuso dentro del denominado postcubismo, influenciado por autores como Marcel Duchamp o Mondrian, a quienes Barriuso dedicó palabras de elogio durante su conferencia. Destaca también la habilidad del escultor para expresarse con diferentes materiales, desde el barro hasta el acero, la madera, el vidrio o la piedra, tanto en superficies bidimensionales como conjugando materiales y volúmenes.
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