Guardo es consciente de que las actuales dotaciones para gestionar sus aguas residuales y pluviales con insuficientes. Tanto, que desde el año 2016 trabaja una solución. Ahora se anuncia el reinicio del expediente para tratar de contratar las obras necesarias para dar respuesta a las necesidad que se plantean.
El proyecto ha tenido que superar varios obstáculos desde que se anunciara en 2017. La licitación ha quedado desierta y el Consistorio, cuando ha decidido reiniciar la contratación, se ha visto obligado a modificar aspectos del proyecto.
El presupuesto que se maneja es de 135.000 euros. En junio del pasado año se declaró desierto. Ahora el procedimiento se ha reinicia tras subsanarse los errores detectados en el proyecto.
La red de saneamiento de Guardo puede considerarse dividida en tres áreas diferenciadas.
Las aguas residuales y pluviales de las tres zonas son recibidas en un emisario único que las canaliza hasta la estación depuradora de aguas residuales. Se trata de un emisario construido en PVC con una sección de 500 mm de diámetro.
La capacidad de este emisario es insuficiente para poder canalizar todas las aguas, y por ello, cada vez que se produce un fenómeno meteorológico adverso, gran parte de las aguas son aliviadas al río, aguas arriba del azud, a través de varias canalizaciones existentes al final de la C/ el Soto. Este hecho provoca un deterioro importante de las condiciones ambientales en las que se encuentra el río en el tramo comprendido entre el aliviadero y el azud.