Uno de los aspectos más importantes en la educación de nuestro perrete para que crezca sin ningún tipo de conflicto es su correcta socialización. Desde el nacimiento ya comienzan a interaccionar. ¿De qué manera lo hacen cuando son cachorros?
Los cachorros recién nacidos se pasan casi todo el rato alimentándose de la madre y durmiendo. No es hasta los 10-14 días después de nacer cuando empiezan a ver y a oír, por lo tanto la interacción empieza a ser mayor respondiendo ya a estímulos.
A partir de la 4-8 semanas comienzan a jugar con sus hermanos, pueden comenzar a gruñir y a mover la cola coincidiendo con el inicio de la interacción social, su desarrollo físico y mental se va a ver favorecido por un entorno rico en estímulos.
Hay que proporcionar a los cachorros una buena interacción con personas, diversos juguetes, ruido y otros estímulos a medida que esta etapa avanza.
¿Cuál serían las recomendaciones para conseguir que nuestro perro desarrolle un buen estado emocional?
Lo ideal sería que estuviera con la madre y los hermanos hasta las 8 semanas de vida. Hacer una buena sociabilización con personas y otros animales diferentes al ámbito familiar, procurando que estas relaciones se mantengan durante toda la vida de nuestro amigo. Evitar las situaciones estresantes durante este periodo es fundamental para no crearle miedos.
Y es imporante que nuestra educación se base en técnicas de refuerzo positivo y evitar en la mayor medida posible técnicas lesivas.
Si no conseguimos que nuestro perro logre una correcta socialización ¿qué consecuencias podría tener?
La socialización es fundamental para que nosotros y nuestro cachorro podamos disfrutar los unos de los otros. Una buena socialización tiene un gran impacto en el bienestar físico y mental a largo plazo del cachorro.
Las lecciones que aprenda en los primeros meses de su vida pueden guiarle durante toda su vida. Si nuestro peque no consigue esta buena sociabilización, puede tener comportamientos no deseados o agresivos, sentirse incómodo con otras personas, no interaccionar de manera correcta con el entorno, etc.
Por tanto, es importantísimo enriquecer de todas las formas posibles al cachorro, ya que si no, será un perro infeliz y estresado.
Además del contacto con otros perros y otros adultos, el entorno también juega un papel importante en el correcto desarrollo de nuestro pequeño amigo…
En nuestro entorno existen objetos u otros elementos que el perro debe conocer como por ejemplo coches, las bicicletas, patines, autobuses, etc.
Existen muchos perros que en su etapa adulta persiguen, muerden y hasta atacan patinetes. Eso se debe a la falta de socialización con estos objetos, que han generado en él miedo e inseguridades.
Para ello, llevaremos a nuestro cachorro a todo tipo de parques y entornos, especialmente si están transitados, para habituarle a la presencia de todo tipo de elementos. Si vivimos en un lugar poco tranquilo puede ser interesante presentarle estos elementos de forma gradual, para que no se produzca un estado de sobreexcitación.
¿Y sería posible socializar a nuestro perro si ya es adulto?
Con la edad, si durante ese periodo no ha tenido la correcta interacción con personas, animales o medio ambiente, sería adecuado acudir a un especialista que ayude a nuestra mascota a corregir esos miedos o inseguridades que se le han creado, logrando así llevar una vida feliz y nosotros poder disfrutar de él como se merece.
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