Mas de un centenar de hosteleros de Palencia y provincia vuelven a mostrar su “total y absoluto desacuerdo con las medidas que está tomando la Junta de Castilla y León fruto de la cogobernanza delegada por un gobierno central que se ha lavado las manos según nos informa un asistente”.
Se han concentrado en la plaza mayor de la capital palentina cargados con bolsas de basura para mostrar su queja por “tener que pagar un trimestre más la tasa de basuras, cuando algunos ( hostelería de noche), llevan desde marzo cerrados sin generar basura ni ingresos…”
El malestar es con “el Gobierno Central, Regional y el Local. Exigen ayudas dignas para poder sobrevivir, no se les puede cerrar y abandonar de esta manera” asevera otro asistente.
El hartazgo y la desesperación está llegando a niveles insostenibles según nos informan, se sienten “abandonados y criminalizados, cuando la realidad ha demostrado que con el cierre de la hostelería no ha bajado los contagios, todo lo contrario, han subido. En castilla y León cada vez hay más contagios y cada vez hay más negocios de hostelería arruinados y todo ello sin unas mínimas ayudas para paliar esta inaguantable situación”.
A medida que transcurrían los minutos se han ido acercando algún distribuidor y otros negocios también afectados por estas medidas restrictivas dado que la hostelería es un sector que mueve otros muchos sectores, tales como productores, distribuidores, logística, etc.
La protesta ha sido pacífica, respetando en todo momento las medidas sanitarías, estando todos los asistentes ataviados con mascarillas y guardando las distancias y no formando grupos.
Una vez más, el más criticado ha sido el vicepresidente de la Junta el señor Francisco Igea.
Uno de los hosteleros presentes llamó al alcalde de Palencia, Mario Simón, por teléfono quién respondió la llamada y ante la petición de los asistentes de que viniese hablar con ellos, él les emplazó para otro día, al encontrarse en Campos Góticos con los cribados masivos que allí se están llevando a cabo y serle imposible en esos momentos. Durante la conversación telefónica el alcalde mostró un tono conciliador dando a entender la difícil y dura situación que atraviesa el sector hostelero.