Gran participación en esta segunda edición a pesar de la lluvia
Cervera de Pisuerga ha vivido con intensidad la segunda edición del Antroido, una festividad que busca recuperar una de las tradiciones más auténticas de la Montaña Palentina. A pesar de la lluvia, cientos de personas se congregaron en las calles del casco histórico para disfrutar del desfile de los zamarrones, el colorido de los disfraces y la emblemática quema del paisano en la Plaza de los Jardinillos.
Desde primeras horas de la tarde, la localidad se llenó de ambiente festivo con música, máscaras y trajes tradicionales. Uno de los momentos más esperados fue la aparición de los zamarrones, personajes característicos del Antroido que, con sus cencerros y vestimentas llamativas, recorrieron las calles sembrando el caos festivo y provocando sustos y carcajadas entre los asistentes.
El punto culminante de la celebración llegó con la quema del paisano, una figura simbólica que representa el espíritu del carnaval y la despedida del invierno. Tras la lectura de la tradicional trova, la efigie fue consumida por las llamas, mientras los asistentes despedían el Antroido con música y vítores.
Los organizadores han valorado muy positivamente esta segunda edición, destacando la creciente participación y el entusiasmo del público. “A pesar de la lluvia, la gente ha respondido y ha salido a la calle a disfrutar. Ver a los zamarrones recorriendo Cervera de Pisuerga y sentir el ambiente que se ha creado nos confirma que estamos en el camino correcto para consolidar esta fiesta”, señalaron desde la organización.
La asociación La Anónima y el consistorio ya piensan en futuras ediciones para seguir fortaleciendo esta festividad. Con la vista puesta en el próximo año, los zamarrones volverán a recorrer las calles y el paisano arderá de nuevo, asegurando que el Antroido perdure en el tiempo.