La joven jugadora de balonmano vuelve de las Jornadas de Tecnificación Nacional con la maleta llena de aprendizajes y sueños por cumplir
Con solo 13 años, Ainara Robles ya sabe lo que es competir contra las mejores de su generación en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada. La jugadora del Balonmano Palencia Femenino ha regresado de las Jornadas de Tecnificación Nacional con una sonrisa de oreja a oreja que no se le quita de la cara y, sobre todo, con la maleta llena de aprendizajes. “Sales muy cansada, pero aprendes un montón”, confiesa Ainara, que todavía está digiriendo la experiencia. Convocada por segunda vez por la Real Federación Española de Balonmano, la palentina compartió entrenamientos, tácticas y convivencia con las mejores jugadoras de su generación, nacidas en 2010 y 2011.
Una sorpresa inesperada
Cuando volvió del instituto, no se imaginaba la noticia que le iban a dar: “Mis padres me dijeron que tenían una sorpresa… ¡y era que me habían vuelto a convocar!”. Ainara no pudo contener la emoción. “Di un salto y estaba súper contenta”, recuerda con una sonrisa tímida pero llena de orgullo. Y no es para menos. La palentina ya había vivido esta experiencia en julio en Burgos, pero confiesa que esta vez fue diferente: “La primera vez fui muchísimo más nerviosa. Ahora conocía a más gente y me lo he pasado mejor”.
Aprender de los mejores
Ainara admite que al principio pensaba que los entrenadores serían mucho más duros, pero se llevó una grata sorpresa: “Mucha técnica, pero también momentos súper divertidos”. De Sierra Nevada se lleva una lección clara: “Estirar es lo más importante”, pero también ha mejorado en aspectos más tácticos: “En defensa he aprendido lo mismo que en cinco años”, afirma con una madurez sorprendente para su corta edad.
Aunque ahora no cambiaría el balonmano por nada, su historia con este deporte empezó de manera curiosa: “No quería jugar al balonmano cuando empecé, iba obligada”, confiesa entre risas. “Recuerdo que mi primer gol fue en propia puerta”. Pero el tiempo hizo su magia, y ahora Ainara disfruta cada minuto en la pista, sobre todo cuando juega de central, su posición favorita. “Juego muy bien con el pivote y tengo muchísima visión de juego”, responde con humildad pero sin titubeos.
Ídolos y sueños por cumplir
Como cualquier niña de su edad, Ainara también tiene ídolos. “Paula Arcos es mi referente”, confiesa sin pensárselo dos veces, añadiendo que se fija en ella sobre todo en aspectos defensivos. Pero su ambición va mucho más allá: “Mi sueño es llegar a la absoluta, jugar con las Guerreras”. Además, sueña con llevar a su club, el Balonmano Palencia Femenino, a lo más alto: “Quedar campeonas de España, de medalla”.
Ainara Robles no solo destaca en su categoría, sino que dobla entrenamientos y partidos con el cadete femenino, demostrando que su compromiso y pasión por el balonmano no tienen límites. Se la ve ilusionada, feliz y con una sonrisa que no desaparece, incluso cuando se pone nerviosa al hablar de su experiencia.
“La mejoría y el no rendirse, eso es lo importante para llegar lejos. Seguir luchando por tus sueños”, dice Ainara con una madurez que deja claro que esto no es solo un sueño de niña. Es una realidad que apenas comienza.
