Kamba lucha con Nikic por la posición. / @fotografia.rdiaz

El Zamora mandó durante toda la primera parte gracias a su acierto desde la línea de triple, pero anulando ese arma visitante los morados, sufriendo, se pudieron llevar el partido (79-75)

Tan complicado como pagar una hipoteca el primer año. Así fue el partido para el Súper Agropal Palencia que hoy ganó al Caja Rural Zamora en el municipal de Palencia. Un Caja Rural que vendió cara su derrota, a un interés del 6,75, línea desde la que enchufó 24 puntos al Palencia, 21 de ellos en la primera mitad. Y ahí estuvo una de las claves. El acierto antes del descanso y la forma en la que los de Guil lo anularon tras el paso por vestuarios.

Estadísticas del partido.

De salida el Palencia saltó con Borg, Oroz, Kamba, Vaulet y Krudwig.

Ya de inicio el tiro exterior del Zamora le hizo mucho daño al Palencia en los primeros compases. Dos jugadas de ataque zamoranas, dos triples, por cero puntos de los palentinos que se quedaron anclados en el cero mientras el Caja Rural se colocaba 8 arriba. Fue Oroz quien puso remedio: Una canasta de internada; otra de contraataque tras robo y otro latrocinio para asistir a Kamba sirvieron para acercar a los morados en el marcador. Un triple de Vaulet puso por delante al Palencia en menos de un minuto y un 9-0 de parcial. 9-8 al luminoso.

Intercambio de golpes. Golpes fuertes entre ambos contendientes. A base de triples para los del Caja Rural, y de contraataques rápidos tras recuperación para el Súper Agropal. Era su forma de contrarrestar las comisiones de los de la orilla del Duero.

Y si la cosa iba a ir de triples, Guil sacó a Kunkel, que en pretemporada acribilló al Zamora, aunque el americano no se destapó hasta la segunda parte. Entró también NGuessan para aprovechar su altura ahora que no estaba la torre Paukste. Pero el equipo no le encontraba. O no le buscaba, con Wintering al timón.

Y el marcador, ajustado. Muy ajustado. 21-22 a falta de dos minutos. Era el triple lo que salvaba al Palencia, ahora con Dimitrov. Pero esa era el arma del Zamora que le endosó cinco de nueve intentos en el primer cuarto al Palencia (4 de 7 para el Súper Agropal) para acabar el cuarto con un 24-27 favorable a los visitantes. El tipo de interés del Caja Rural estaba muy por encima del Euribor. Estaba en el 6,75.

Segundo cuarto.

El argumento del triple fue el que siguió esgrimiendo el Zamora. Era su recurso preferido. Y le daba resultado. Hasta desde su casa y sobre la bocina. Siete arriba para los visitantes (29-36) y pareció que el pabellón se daba cuenta de que el equipo necesitaba de su apoyo. Las decisiones arbitrales ayudaron a calentar un poco más el ambiente. Un 2+1 no pitado a Krutwig y otra que le sancionaron mientras defendía a Paukste. Para pitada, la del respetable al trio arbitral. Pero el marcador invariable: 29-36 mediado el cuarto.

El tiempo muerto de Guil tampoco solucionó mucho, con el equipo sin mordiente adelante, y mucho menos atrás, porque los zamoranos se pusieron once por encima. 31-42.

Reacción local, con una mayor presión atrás y con Oroz a los mandos que fue cortada por Saulo Hernández con tiempo muerto zamorano. 36-42.

Al descanso, incluso fallado bandejas, el Palencia pudo irse casi indemne, con una desventaja de 4 puntos: 42-46.

Los visitantes cimentaban su ventaja en el tiro desde el 6,75, con un 53% de acierto. 7 de 13.

Tercer cuarto.

Para la reanudación Guil volvió a tirar del inicial, salvo por el cambio de Oroz para que entrara Wintering. El de ‘lujo’. Sobó más la pelota el conjunto morado. Con paciencia para hacer hueco. Y encontró un 2+1 para Kurtwig. Ya solo uno abajo. Y cargando con la tercera al Walker, el ariete zamorano (8 puntos hasta entonces). Y también aplicó el plan del partido. Anular defensivamente el ataque exterior del Zamora, aún a costa de dejar un poco más aclarada la pintura.

Empató el Palencia a 50, y comenzó a presionar en toda la cancha. El Zamora ya no acertaba desde el 6,75 y el Súper Agropal atacaba con más convicción el aro rival. Si no había canasta, se sacaba la falta.

Y aún así, sin dar descanso a la primera unidad, no rompía el partido. Las decisiones arbitrales encrespaban más el animo, hasta la técnica de Guil. 56-57 a falta de casi cuatro minutos. Alternativas en el marcador. Punto arriba para uno, punto arriba para otro para que Kunkel se estrenara desde el 6,75: 61-59.

Bajó la intensidad en defensa el equipo palentino. Guil les pedía más a los que llevaban todo el cuarto en cancha, pero era complicado que lo dieran, especialmente cuanto Paukste y el juego interior tenían el terreno más franco por taponar el perímetro. Kunkel con su locura, e individualismo exagerado en ocasiones, logró mantener por encima a los morados. Al final del cuarto, 66-64.

Último Cuarto.

Imprecisiones en ambos campos. Fallando, desperdiciando ataques. Mucho miedo a ganar y a perder. Así comenzó el definitivo cuarto. Tres minutos sin anotación en ninguna zona. Hasta el triple de Kunkel. Cinco arriba para los locales. La máxima del partido para los palentinos. 69-64. Tiempo muerto de Hernández para tratar de reconducir a los suyos.

En el lado negativo, la diferencia de faltas. Palencia también ganaba el cuarto, en bonus en tres minutos, por una solo del Zamora.

La presión del pabellón también se incrementó, algo que no afectó a Walker, que volvió a comparecer ante el 6,75 para dar aire a los suyos con el único triple encestado tras el descanso. Tiempo muerto del Súper Agropal Palencia que dio entrada a quien no le quema el balón, a Wintering, aunque hoy mucho más vigilado. En cancha de nuevo toda la primera unidad.

Krutwig no se amilanó ante la altura Paukste  y la defensa volvió a salir corriendo para contraatacar. Ventaja ligera, pero ventaja al fin y cabo. Aliñada con la quinta de Walker (en un bloqueo en ataque) y técnica para Hernández.

Seis arriba a falta de dos eternos minutos en los que los tiros libres fueron el débito de los locales y la comisión de cancelación de los visitantes, que no encestaron la mitad de los lanzados. Porque los árbitros se cobraron todo y más contra el Palencia. A 28 segundos, tres arriba de los locales. Suerte que el Zamora falló el triple lanzado. A continuación falta a Wintering, que falló los dos tiros, y nueva falta a Vaulet en el rebote.

Al final 79-75 para el Palencia y sonorísima, atronadora, pitada a la tripleta arbitral, en un partido trabado pero que el cuadro local supo recomponer tras el paso por vestuarios.

Undécima victoria para el Palencia con Krutwig como máximo anotador de los morados y con el pívot americano también como el más valorado, con 20 items.

Próximo partido del Súper Agropal Palencia, el sábado ante el Cantabria en Torrelavega.

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