El presidente de la Junta defiende que su Gobierno es estable mientras se ahondan las diferencias con Vox y el PSCyL está a la espera de su renovación
En el debate de política general en el ecuador de la legislatura, celebrado en plazo a finales de junio, Fernández Mañueco y su socio de Vox, Juan García-Gallardo, alardearon de un Gobierno estable, sólido y eficaz. Sin embargo, dos semanas después el pacto se rompió en una decisión unilateral del partido de Santiago Abascal que afectó a todas las comunidades en las que gobernaban con los ‘populares’.
García-Gallardo dimitió en el cargo y pasó a ser portavoz de su grupo en las Cortes. El presidente de la Junta remodeló su Gobierno para sustituir a los consejeros de Vox, aunque se quedó Gonzalo Santonja en Cultura. En estos meses, la relación de quienes fueran socios es un cúmulo mutuo de reproches. Los ‘populares’ acusan a Vox de seguir los dictados de sus jefes de Madrid y no ser autónomos. Los segundos de recuperar “políticas progres” y no mantener el legado de la coalición.
Fernández Mañueco, tras la ruptura del acuerdo de gobernabilidad, no se siente obligado a cumplir lo firmado. Así, se vio cuando su grupo paró la tramitación de la “incómoda” ley de concordia, lo que disgustó a Vox, que en cada momento se lo recrimina, lo mismo que hayan recuperado “los privilegios a los sindicatos”.
A PP y Vox les une la critica al Gobierno de Pedro Sánchez por su “maltrato” a Castilla y León y por la “ruptura de la unidad, la igualdad y la solidaridad” con la ley de amnistía, sus pactos con los separatistas, la financiación singular catalana o la condonación de deuda. En ese marco, la Junta presentó un recurso de inconstitucionalidad contra la proposición de ley orgánica de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña, aceptado a trámite.
Como adversarios políticos, PP y Vox han enfriado su relación e incluso García-Gallardo espetó a Fernández Mañueco que no tiene “palabra ni honor”. En la recámara permanecen la tramitación de tres proposiciones de ley que llevan sus firmas, como las de reforma del Servicio Público de Empleo de Castilla, modificación de la Ley del Ruido y de medidas para cubrir puestos sanitarios de difícil cobertura, aunque esta última se ha tomado en consideración en el último pleno de 2024.
El Grupo Popular ha perdido algunas votaciones en las Cortes, entre ellas la oposición instó a la Junta a suprimir la nueva Fundación para promocionar los valores de la Comunidad, aunque el Ejecutivo salvó el techo de gasto, previo a los presupuestos, con la abstención socialista. Tampoco, pudo tumbar la toma en consideración de la proposición de ley de Publicidad Institucional, firmada por Podemos, que contó con la abstención de Vox.
La negociación del techo de gasto y de los presupuestos también visualizó la distancia entre PP y Vox. El partido de García-Gallardo dio plantón al consejero Carlos Fernández Carriedo. “No hay nada que negociar”, repiten desde Vox, que condicionan el apoyo a que se acepten sus propuestas: mantener su legado y medidas contra ‘el efecto llamada’.
Los presupuestos, cuyo anteproyecto presentó el presidente Fernández Mañueco el pasado 15 de octubre, unen a toda la oposición al recelar de la falta de voluntad de acuerdo y de ser “un farol” de la Junta para buscar el relato a una convocatoria electoral. PSOE, Vox, UPL-Soria Ya, Podemos, Por Ávila y Francisco Igea se han conjurado para exigir que se registren en las Cortes y sea ahí donde se negocien. Las cuentas, que ya no se pueden aprobar en plazo, se prorrogarán el 1 de enero de 2025.
Crisis y renovación
Cuestionado por un denominado sector critico, el secretario general del PSCyL, Luis Tudanca, trató de adelantar las primarias e ir al congreso federal (último fin de semana de noviembre) de Sevilla reelegido, aunque oficialmente aun no ha anunciado su candidatura. La resolución aprobada en el Comité Autonómico -105 votos a favor y 14 en contra- del calendario del XV Congreso Autonómico fue tumbada por la Comisión Federal de Ética y Garantías.
Tudanca acusó a la dirección federal de querer “desestabilizar el partido” por anular la voz de la militancia. Al final, hubo acuerdo entre ambas partes para cerrar un nuevo calendario. Los días 7 y 8 de enero se abre el plazo de presentación de candidaturas. El 1 y 8 de febrero serán las primarias, si hay más de un candidato. El 22 y 23 de febrero se celebrará el congreso en Palencia.
Al congreso de Sevilla el PSOE de Castilla y León acudió en medio de una “tregua interna” y de unidad con el proyecto liderado por Pedro Sánchez, reelegido para un cuarto mandato. En la nueva ejecutiva, entró el leonés Javier Alfonso Cendón, uno de los más críticos con Tudanca, y salió la vallisoletana Ana Redondo y la palentina Mariluz Martínez Seijóo. Pero siguen Esther Peña (portavoz), Javier Izquierdo, Iratxe García y Óscar Puente.
Luis Tudanca evita aun desvelar, aunque dice tener tomada la decisión, de sí se presentará a un cuarto mandato, quiere cumplir con el calendario, pero sí ha declarado “sentir el respaldo y cariño” de la militancia y el apoyo de Pedro Sánchez, con quien se reunió en Sevilla en el marco del cónclave federal. En su encuentro navideños con los medios de comunicación, manifestó que su futuro lo decidirán los militantes, no un “dedo divino”.
En el lado de los críticos, el alcalde de Soria, a quien se presenta como candidato de Ferraz, tampoco confirma ni desmiente. Solo dice que no tiene “ambición personal”, pero también apostilla que “nunca ha cerrado la puerta”. De no conocerse antes, será el 7 de enero cuando se desvele si hay una o dos candidaturas. Los principales dirigentes socialistas apuestan por una lista de consenso y unidad.
La recta final del año pone el broche con la celebración de la Conferencia de Presidentes. Pedro Sánchez convocó el 13 de diciembre a los barones autonómicos en Santander. En el orden del día, la financiación autonómica, sanidad, migración y vivienda. “Vengo con las manos vacías, ha sido una profunda decepción”, resumió el presidente de la Junta.
Los partidos de la oposición expresan que están preparados para unas nuevas elecciones, que no ven en un horizonte lejano, aunque el botón de la convocatoria es una competencia exclusiva del presidente de la Junta de Castilla y León, quien reitera que cerrará la legislatura (febrero 2026). El nuevo año se abrirá con algunas incógnitas: “¿habrá elecciones?”, “¿habrá primarias en el PSOE y cambio de liderazgo?”.