sergio lozano Promesa cumplida

Editorial de Navidad 2024 – Enero 2025

Hay noches que marcan una vida. Hace 25 años, siendo tan solo un joven de 26 años, esperaba en una rotativa en una fría y neblinosa madrugada en Ávila. Era el primer número de Palencia Invierte. Era una mezcla de nervios, esperanza y determinación. El sueño de dar voz a Palencia y sus gentes estaba a punto de hacerse realidad tras meses de esfuerzo, desvelos y el apoyo incondicional de quienes creyeron en aquel proyecto antes de que saliera a la luz. Recuerdo con claridad ese instante: la impresión de las primeras páginas y el peso de una responsabilidad inmensa. Esa noche, al esperar el turno de entrada en máquinas, llegó a mis manos, por casualidad, un periódico madrileño que celebraba en su portada su 25º aniversario. Me prometí que un día nuestro modesto periódico, que ahora comenzaba su andadura, también alcanzaría ese complicado hito.

Hoy, 25 años después, esa promesa se ha cumplido. No ha sido un camino fácil. Cada edición de Palencia Invierte ha sido un reto, una lección y un acto de fe. No hay palabras que puedan abarcar el agradecimiento que sentimos por este viaje compartido.
Han sido 25 años de entrega total, de noches en vela, de aprendizajes y de momentos que nos han marcado para siempre. Pero también han sido 25 años de historias que nos han llenado el alma. Historias de empresas, de personas y de sueños que han dado vida a cada edición. Cada mes, cuando ustedes esperan nuestra publicación, sentimos que formamos parte de algo más grande: una comunidad que crece, que lucha y que se esfuerza por hacer de esta tierra un lugar mejor.

Nada de esto habría sido posible sin el equipo humano que da vida a Palencia Invierte. En nuestra redacción, más que compañeros de trabajo, somos una familia. Cada uno de nosotros siente este proyecto como propio, y esa pasión se refleja en cada página, en cada historia, en cada esfuerzo. Nos hemos tenido que adaptar a los tiempos, evolucionar y aprender las nuevas técnicas. Y, a pesar de los desafíos, nunca hemos perdido nuestra esencia ni nuestra razón de ser.

Tampoco podemos olvidar a las empresas que han confiado en nosotros como medio para publicitar sus bienes y servicios. Ellas, con su apoyo incondicional, nos han permitido seguir adelante. Sabemos que no siempre hemos sido perfectos, que también hemos cometido errores, nunca intencionados. Pero también sabemos que, gracias a su paciencia y fidelidad, hemos aprendido y crecido. Vosotras sois una parte fundamental de esta historia.

Y luego estáis vosotros, nuestros lectores. Cada uno de ustedes ha sido una fuente de inspiración y motivación. Gracias a ustedes hemos recorrido cada rincón de esta provincia, desde lo más alto de la Montaña Palentina hasta el último pueblo del Cerrato, pasando por cada senda de Tierra de Campos hasta cruzar las veredas de los Páramos y Valles, descubriendo lo mejor de nuestra tierra y de su gente. Hemos conocido a personas extraordinarias, con historias que nos han emocionado, enseñado y recordado por qué hacemos lo que hacemos.

Palencia es mucho más que un lugar; es un sentimiento, una forma de vida. Es cultura, historia, naturaleza y una gastronomía que deleita los sentidos. Pero, sobre todo, es su gente. Gente trabajadora, generosa, que siempre está dispuesta a tender una mano. En estos 25 años, hemos aprendido que lo más valioso de esta tierra son las personas que la habitan.

Hoy, miramos hacia atrás con orgullo y hacia adelante con esperanza. Queremos seguir siendo su periódico, su compañero de viaje, su ventana al mundo. Queremos seguir contando las historias que importan, las que nos unen, las que nos hacen sentir que, a pesar de todo, estamos juntos en esto.
Gracias, infinitas gracias, por 25 años de confianza, de apoyo y de cariño. Nos sentimos honrados de ser parte de sus vidas y de esta comunidad. Y les prometemos que seguiremos trabajando con la misma pasión y dedicación de siempre, porque Palencia y sus gentes lo merecen.

Que este 25 aniversario sea la continuación de muchas décadas más llenas de historias y de sueños cumplidos.

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