Se dan cita con motivo de la celebración de la XX edición del encuentro de negocio de redes
Más de 400 empleados de i-DE en Castilla y León pusieron el foco en la importancia de las redes eléctricas como el elemento vertebrador del nuevo modelo energético y el camino para la transición hacia una economía verde, quienes participaron en la XX edición del encuentro de negocio de Redes.
El director de i-DE en Castilla y León, Óscar Villanueva, presidió estas jornadas junto a los jefes del negocio de Red en las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Soria, Valladolid y Zamora, donde apuntó que “las redes eléctricas son fundamentales para atender la multitud de solicitudes de conexión que llegan de nuevas industrias, puntos de recarga de vehículos eléctricos, electrolizadores para producción de hidrógeno, centros de datos para la inteligencia artificial”. Todo ello unido al “interés creciente” para electrificar la industria tradicional, añadió.
En la misma línea, destacó las oportunidades y retos derivados de la transición energética, como son el autoconsumo, las comunidades energéticas, las baterías o la gestión de flujos bidireccionales, “para lo que es necesario contar con unas excelentes infraestructuras eléctricas, como las de Iberdrola en la Comunidad”.
Hizo hincapié en la importancia de invertir más en redes, puesto que éstas son una infraestructura fundamental para apoyar la electrificación de sectores claves como el transporte o la industria. “La energía es un polo que genera riqueza y oportunidades, por eso es importante unas buenas redes eléctricas para tener un servicio acorde”, subrayó Villanueva.
La compañía ha mejorado la calidad de servicio que ofrece a sus clientes con el mejor valor a cierre de año de la historia -2023-. En Castilla y León, i-DE gestiona más de 50.000 kilómetros de líneas eléctricas, cuenta con 15.697 centros de transformación en servicio y 246 subestaciones.
En los últimos años, la compañía ha acometido un ambicioso plan de digitalización de sus redes eléctricas, donde ha convertido sus más de 1,5 millones de contadores en la Comunidad y la infraestructura que los soporta, en inteligentes, incorporando capacidades de telegestión, supervisión y automatización.