Un vínculo eterno entre arte y raíces palentinas
La sala de exposiciones de Unicaja, en la calle Mayor, acogió ayer la inauguración de la muestra Arte Palencia, organizada por el colectivo Thieldón. Entre los protagonistas destacó Antonio de la Peña, conocido como “el pintor de la Ría de Bilbao” y el “pintor de los campos de Castilla”, quien dejó huella con su carisma y generosidad al donar una de sus obras al Ayuntamiento de Palencia, que se colocará próximamente en la ermita junto al monumento de Victorio Macho.
Nacido en Palencia en 1938, Antonio ha recorrido un largo camino en el mundo del arte, desde sus estudios en el Círculo de Bellas Artes de Madrid hasta exposiciones en Europa y América. Su vida siempre ha girado en torno a este arte. O, mejor dicho, el arte en sí mismo se encuentra en su figura. Con más de 200 muestras individuales y obras en su poder, su legado es innegable. Antonio confiesa que siempre regresa a Palencia, su “querida” tierra como al define, a pesar de estar muy feliz en Bilbao, donde reside desde 1955.
Un homenaje a sus padrinos artísticos
En su conversación, Antonio recordó con cariño a personas clave en su trayectoria, como Heliodoro Gallego, exalcalde de Palencia, y Eugenio Medina, a quien llama “mi comisario”, o Sergio Lozano. También expresó gratitud hacia el Grupo Muriel, liderado por Alberto Rodríguez Lechón, por su apoyo en eventos artísticos. “Tengo mucho que agradecer a mi gente”, afirma con la gran humildad que le caracteriza. De la Peña
Arte para su Palencia querida
Antonio sueña con traer a su ciudad natal parte de su estudio en Bilbao, un espacio que describe como “un museo de 600 metros cuadrados lleno de arte, con pintura, escultura y antigüedades”; con la esperanza de que sus paisanos puedan disfrutar de “la última obra de Antonio de la Peña”. De entre las 200 obras que le acompañan, habrá una selección que se expondrá próximamente en el Centro Cultural Provincial de Palencia.
Con la exposición de Thieldón, a los cuales Antonio también está muy agradecido por todo, el emblemático artista reafirma su compromiso con su pasión y el deseo de seguir compartiendo su talento con Palencia y el mundo. Como él mismo dice: “Cada cuadro es un hijo, y todos merecen ser vistos”. ¡Gracias, maestro, por llevar a Palencia tan alto!