La organización afirma que “la fabricación requiere ingentes cantidades de energía y de agua, especialmente este último elemento que es necesario en el proceso de electrólisis para la obtención del Hidrógeno”
La asociación Ecologistas en Acción presentará alegaciones a la Planta de Hidrógeno Verde de Baltanás (Palencia). La organización afirma que “la fabricación de ‘hidrógeno verde’ requiere ingentes cantidades de energía y de agua, especialmente este último elemento que es necesario en el proceso de electrólisis para la obtención del hidrógeno.
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En un comunicado, la organización señala que “el consumo bruto de agua para el proyecto cerrateño es de casi 350 millones de litros anuales, de los cuales se usarían de forma neta unos 200 millones de litros y el resto, unos 150 millones de litros serían de rechazo para desmineralizar el agua, requisito necesario para el proceso”.
Asimismo, la organización ecologista afirma que según el Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC), “el municipio de Baltanás cuenta con una dotación de 610 litros por habitante y día para una población censada de 1.145 habitantes lo que supone que anualmente el consumo está en torno a los 254 millones de litros casi 100 millones de litros menos que el agua que consumirá la planta de hidrógeno verde”.
Lamentan que el proyecto requiere verter el agua sobrante del proceso industrial directamente al Arroyo Fuentejera, lo que puede alterar las características fisicoquímicas del agua superficial en un área cuya calidad de las aguas ya está siendo afectada por la concentración de nitratos y explican que la planta estará situada a 600 metros del núcleo urbano de Baltanás.
Para Ecologistas en Acción “es una distancia totalmente insuficiente ya que uno de los productos resultantes del proceso es el amoniaco, un producto corrosivo en concentraciones bajas en el aire. La exposición a niveles altos de amoníaco en el aire puede ser irritante para la piel, los ojos la garganta y los pulmones produciendo tos y quemaduras, un posible escape de este producto químico, además del mal olor, puede provocar daños inmediatos en la población local cercana”.
Aseguran que el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la empresa recoge esta posibilidad cuando dice que “el sistema de antorcha se incluirá dentro de los límites de la planta para la combustión de líneas de venteo, para quema del gas residual procedente del tanque de almacenamiento criogénico y alivio de la planta de amoniaco en condiciones de emergencia. El sistema ‘Enclosed Ground Flare’ permitirá la salida en situaciones excepcionales de emergencia de amoníaco que ocasionaría emisiones de NOx”.
La organización asegura que no solo la localidad de Baltanás se vería afectada. “Otras localidades próximas por donde circularán 16 camiones diariamente para evacuar el amoniaco corren serio riesgo que de producirse un escape y tras la combinación del amoniaco con otros compuestos en la atmósfera, sulfatos y nitratos, se formen particular finas PM2,5 de efectos nocivos para la salud humana y el medio ambiente”.
De esta manera, Ecologistas en Acción considera que la fabricación de H2 renovable es una actividad con impacto ambiental potencialmente adverso y con una pobre tasa de retorno energético.