Un vecino de 33 años recibe una denuncia por ruidos y falta de respeto tras interrumpir el descanso de los vecinos a primeras horas de la mañana
Saber cuándo terminar la fiesta: un arte que algunos no dominan. A eso de las 06:00 de la madrugada, en una tranquila madrugada de miércoles a jueves en Palencia, cuando la mayoría de los mortales está en pleno sueño o a punto de despertarse para ir a trabajar, un vecino decidió que era el momento perfecto para seguir adelante con su ‘rave’ y empezar el día dándolo todo. Los vecinos, por supuesto, no compartieron el entusiasmo. Con la paciencia ya agotada, decidieron que era hora de hacer valer su derecho al descanso y alertaron a la Policía Local ante lo que describieron como “ruidos de fiesta”, como reporta el parte de sucesos.
Los agentes, como los verdaderos héroes de la noche, llegaron al domicilio en cuestión y, para no sorpresa de todos, verificaron que los ruidos eran reales. El protagonista de la ‘rave’ era un hombre de 33 años, quien, al ser identificado, añadió una pizca de desdén al asunto al mostrar una “falta de respeto” hacia los agentes.
El desenlace fue inevitable: denuncia por ruidos y por faltar al respeto a los agentes, que, por fin, pusieron fin a la fiesta. Y como le diría Paloma San Basilio al hombre, ante tales faltas de respeto: “No insistas más, la fiesta terminó”. (Eso sí, los vecinos van a necesitar hoy una siesta más que merecida).