La exposición ‘Las costas desde el espacio: una mirada científica a través de los satélites Sentinel-2 presenta 21 fotografías sobre costas de todo el mundo para estudiar el fenómeno del cambio climático
Jesús García-Prieto / ICAL
Viajar al espacio estos días es más fácil y económico de lo que parece. De hecho, para este viaje no vamos a necesitar ni escafandra, ni nave espacial, ni invertir miles de millones de dólares imitando a excéntricos millonarios ya que desde la pasada semana y hasta el próximo 13 de diciembre se puede visitar en el Centro Cultural Lecrác de Palencia la muestra ‘Las costas desde el espacio: una mirada científica a través de los satélites Sentinel-2. Una exposición de veintiuna fotografías tomadas a 786 kilómetros de altura tomadas por la científica palentina Isabel Caballero, que llega a la capital en el marco de la Semana de la Ciencia del CSIC. Una recopilación de fotografías repletas de luz y color de la Bahía de Cádiz, el Mar Menor o el delta del Ebro, pero también de zonas más exóticas como el golfo Pérsico, Filipinas o las Bahamas.
“La muestra tiene un objetivo primordial y es acercar los mares, océanos, las costas, un poco lo azul a todos los territorios. Ya que estamos haciendo uso de los satélites gemelos Sentinel-2A y Sentinel-2B de la Comisión Europea y de este programa público de Europa que es el programa Copernicus lo que he intentado traer a esta muestra y a otras que tengo también en territorio nacional e internacional es múltiples contextos de estas zonas transfronterizas entre el océano y la tierra muy diversas”, explica la investigadora nacida en Dueñas, doctora en Ciencias por la Universidad de Granada (2015) y actual Científica Titular en el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En 2017 obtuvo un premio de la Academia de las Ciencias, Medicina e Ingeniería de EE. UU. para trabajar durante 2 años en la NOAA, uno de los centros oceanográficos más punteros del mundo, liderando un proyecto de cartografiado del fondo costero mediante el programa europeo de Observación de la Tierra Copérnico. Su línea principal de investigación se centra en el desarrollo de nuevas metodologías mediante el uso de los satélites para avanzar en la monitorización de las regiones costeras y poder estudiar aspectos tan relevantes como la calidad del agua, las mareas rojas, las inundaciones, los procesos de eutrofización, las macroalgas, las especies invasoras, el impacto de los eventos extremos como huracanes o la erosión costera.
“En esta exposición se pueden contemplar desde las típicas playas, lagunas, albuferas, estuarios, pero también traemos zonas un poco más tropicales como los manglares, los corales y luego una serie de de aplicaciones que se pueden utilizar gracias a estos dos satélites. Es una exposición muy variopinta de zonas litorales de todo el mundo, también tenemos la zona del Polo Sur, en particular la Antártida, ya que hay muchos compañeros que van a estudiar allí, a las islas Shetland del Sur y en particular a la isla Livingston y lo que quería mostrar es esa versatilidad, la variedad de costas que tenemos, no solo a través de lo científico, también de la belleza. Esta muestra lo que intenta es dar un punto de vista un poco particular de costas conocidas como el Mar Menor, el Delta del Ebro, el Levante, el norte de España o Cádiz, por ejemplo, pero desde estos casi 800 kilómetros que hacen que estas costas tomen una perspectiva distinta y haya mucha belleza en ella a la que no estamos acostumbrados”, reconoce la palentina embelesada por las muestras fotográficas que se pueden contemplar en la capital palentina que estos días comparte la exposición con otros puntos del planeta como Sevilla o Kuwait.
Con este programa de observación de la Tierra que la Comisión Europea, junto con otras agencias como la Agencia Espacial Europea puso en auge en el 2015, se ha empezado a dar información, no solo de los océanos, ya que cuentan con seis servicios como el servicio climático o el servicio marino. “Existe uno muy importante que a día de hoy está tomando mucha relevancia que es el servicio de emergencias, que es el que ha activado el Gobierno de España cuando ha acontecido la DANA con esos efectos tan catastróficos en Valencia, pero no solo eso, cuando pasó la erupción volcánica en La Palma también se activó”, explica Isabel, que afirma que en uno de los paneles expositivos se puede contemplar la majestuosidad del volcán y la lava alrededor. “También se activó en 2019 con la gota fría sobre el Mar Menor o con los incendios importantes”. Y es que, los satélites son una herramienta fundamental para recopilar datos ya que estos ‘centinelas del espacio’ también ayudan a cuantificar las consecuencias que pueden provocar todo tipo de desastres naturales.
Las consecuencias de la DANA son visibles desde el espacio como consecuencia de un cambio climático, en el que, como ya advierten los científicos, cada vez irá a más. “Por supuesto que el cambio climático está ahí. Todos los servicios de Copernicus dan respuesta a qué es lo que está pasando con el cambio climático, no solo en el océano, que es el corazón azul de nuestro planeta, también en las superficies terrestres, en la atmósfera, en la criósfera, que es lo que está pasando en el Polo Norte y el Polo Sur”, asegura la científica palentina. El cambio climático es uno de los objetivos de este servicio de observación. La palentina, junto con su compañero Gabriel Navarro han puesto a punto un observatorio marino para mostrar información relevante de la zona inundada tras la DANA y también de la calidad del agua, de la turbidez o la clorofila a lo largo de todo el litoral adyacente de la Comunidad Valenciana, de la albufera y de las zonas inundadas. Con esta información estamos evaluando a nivel espacio-temporal que es lo que ha ocurrido, con las limitaciones que esto tiene poque tampoco podemos ver muy al detalle porque estamos hablando de 10 metros de pixel de resolución espacial”.
Con estas exposiciones al público, la científica palentina quiere demostrar la importancia de la divulgación ya que durante esta semana se celebra la Semana de la Ciencia del CSIC en la que todos los centros en España hacen diferentes actividades de divulgación fuera de sus centros. “Queremos que la ciudadanía crea en los científicos y conozca en primera línea el trabajo que hacemos porque nosotros trabajamos para la sociedad y es necesario que esta se involucre y la única manera es hacerles partícipes del trabajo que hacemos, de los conocimientos que tenemos y de lo que sí que podemos saber gracias a la ciencia y a la metodología, pero también de lo que tampoco podemos saber”, expone Isabel, que a pesar de nacer tierra adentro, en Dueñas, sintió desde niña la llamada del mar, una pasión que le llevó a estudiarlo en profundidad y que se ve reflejada en exposiciones como estas. “Cuando hablo de uno de los paneles que tenemos sobre las mareas rojas o el fitoplancton y digo que producen la mitad del oxígeno que respiramos en nuestro planeta la gente se queda asombrada porque pensaban que era el Amazonas. La mitad del oxígeno que respiramos proviene del mar”.
Una labor divulgativa que ayuda a comprender mejor el estado de nuestras costas y mares en una investigación en la que España se ha convertido en pionera. “Somos referentes, hay muchos compañeros que están liderando proyectos internacionales o generando metodologías que están a la vanguardia del conocimiento. He vivido en Estados Unidos durante dos años y desde allí coges una perspectiva y te das cuenta de la valía y el trabajo que hacen los investigadores en España”, concluye Isabel Caballero, que estos días ha podido disfrutar de su tierra y sus gentes y del placer de compartir sus conocimientos sobre el planeta azul viajando al espacio sin salir prácticamente de casa.