La Fundación Caneja muestra imágenes degradadas por los residuos de los entornos de Madrid
El título de la exposición lo dice todo: ‘Paisajes saNgrados’. La segunda palabra es significativa, significa herida, mancha, punto rojo, negativo. Es como la fotógrafa barcelonesa Carma Casulá ha retratado el paisaje que rodea la ciudad de Madrid, en concreto la localidad de Alcalá de Henares, aunque perfectamente puede extenderse a las grandes urbes de la civilización occidental, moderna y desarrollada, ¿Pero hasta qué punto están desarrolladas las ciudades si existen estos puntos rojos, estas islas de degradación ambiental?
Carma Casulá, nacida en 1966, presenta en ‘Paisajes saNgrados’ una exposición de tesis a través de la documentación gráfica recogida por su cámara. Aunque parezca tópico, una imagen vale más que mil palabras, y esta fotógrafa no necesita un lenguaje verbal para exponer su tesis, que no es otra que la degeneración del paisaje periurbano, en otras palabras, siguiendo el orden de sinónimos de la RAE, deterioro, desgaste, corrupción, que todas son válidas.
Un dato significativo que aporta la Fundación Caneja, que el 80% de la población española vive en el 20% del territorio nacional, permite ir más allá del problema ya grave de la despoblación: el uso que se hace de ese 80% de la superficie de España en la que residen el 20% de sus habitantes. Aquí es donde entra el contenido de las imágenes de Casulá, que ella ha abordado desde una perspectiva creativa artística, dentro de un corriente ya conocida como ‘Land Use’, uso del territorio.
El uso que ha captado el objetivo de la fotógrafa catalana es hostil a la civilización occidental, moderna y desarrollada. El visitante accede a la exposición a través de una cortina, como si una puerta a lo desconocido se abriera, ya que el paisaje que reflejan las imágenes resulta aparentemente inhóspito, aunque en realidad tampoco sorprende del todo. Aunque el tratamiento de los residuos en las áreas urbanas y periurbanas se ha regulado mucho, todavía se mantienen vertederos, controlados o incontrolados, que dicen mucho de la forma de vida de los habitantes de esas zonas. Así, se pueden encontrar todo tipo de restos: textiles, maderas, sillones, armarios, colchones, juguetes, muebles desarmados…, que conviven con la maleza, una naturaleza salvaje con la que forman un paisaje realmente sangrado, herido, descompuesto.
El esquema de la cortina que recibe al visitante se mantiene en las fotografías, cuyo cuerpo central se acompaña de otras cortinas decoradas con animales y que refuerzan el abanico cromático con azules de fondo marino, marrones de tierra árida, verdes de plena vegetación o transparente de la atmósfera por donde vuelan pájaros.
La exposición se complementa con tres instalaciones y una serie de imágenes a vista de pájaro. Las primeras constituyen reivindicaciones de una naturaleza artificial, un bloque de tierra en una urna, una rama desnuda que cuelga del techo y una documentación oficial del proyecto Parque Regional Sureste de la Comunidad de Madrid, que es un espacio natural protegido desde 1994. La tierra asume un papel protagonista en estas instalaciones, una tierra que cede su espacio a los residuos que genera la población humana, una tierra que se presenta límpida que se ve adulterada. Las topografías muestran un territorio inmaculado desde la distancia, en blanco y negro, arbitrario en su composición y fruto de la evolución de milenios de evolución.
Una exposición que pretende despertar conciencias para conseguir un uso del territorio para que, como dice la fotógrafa, responda a las necesidades de la ciudadanía, especialmente la que reside en los grandes núcleos urbanos.
Ficha de la exposición:
Fotógrafa Carma Casulá.
Título Paisajes saNgrados.
Sala Fundación Díaz-Caneja (Sala 1), calle Lope de Vega, 2.
Fecha hasta el 19 de enero de 2025.
Horario De martes a viernes: de 9:30 a 14:00 y de 18:00 a 21:30; sábado: de 12:00 a 14:00 y de 19:00 a 21:30; domingos y festivos: De 12:00 a 14:00.