Los palentinos doblegaron al Alicante, abriendo hueco en el tercer cuarto (80-64)

Estadísticas del partido

Necesitaba el Super Agropal Palencia reencontrarse con la victoria después de tres derrotas consecutivas. La víctima era propicia, el HLA Alicante, que llegaba al Pabellón palentino sin ninguna victoria en su casillero y con un entrenador interino. Y no fue un partido bueno, pero sí un partido que acabó con victoria. Un partido al que precedió un minuto de silencio por las víctimas de la DANA en la Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha.

Minuto de silencio. / Óscar Herrero

Mal comienzo del Súper Agropal que aún parecía no haberse recuperado del mazazo de Sevilla. Tuvo que poner Guil a Oroz a los mandos, ante la reserva de Wintering, que había sido duda para el partido, como Manu. Quien no pudo ser de la partida fue Dimitrov.

Pero Oroz no dio el resultado esperado en el arranque del partido. El equipo no carburaba. No atacaba con claridad. Perdía balones y no todo era achacable al base. Pero Guil tuvo que recurrir a Wintering a los cinco minutos para tratar de recomponer al equipo. Lo bajó de la bicicleta estática y le dio la manija. Tampoco el Krutwig parecía estar en el encuentro y el Alicante se iba en el marcador aprovechando los despistes locales. Y suerte que estaban fallones, y que su renta no fue de más de 5 puntos.

Se llegaron a oír pitos en el pabellón. Así que junto a Wintering, también cambió el pívot, entrando Chema.

Cambio de Chema para sustituir a Krutwig. / Óscar Herrero

Le cambió la cara al equipo, con Vaulet como baluarte con siete puntos para llevar el marcador al final de primer cuarto a un 17-15 favorable al Súper Agropal Palencia.

El segundo cuarto comenzó de nuevo con el Palencia perdiendo balones tontos. Transiciones rápidas, sí, pero que morían poco después de llegar a la línea de triple. Sin más ataque.

Recurrió Guil a jugar con dos pívot, con Chema, bien en defensa, el ataque no es su fuerte, y Mballa, para trata de parar el fuerte pilar interior de los alicantinos. Pero el marcador se había estancado en los 17 puntos, con el Palencia sin anotar en dos minutos y medio. Labor de contención, pero no de avance. Demasiado pendientes los palentinos del interior visitante, dejaban tiros francos al HLA que, por fortuna, no trasformaban. Era un partido de fallos, más que de aciertos.

Entró Krutwig y ante él, emparejado de nuevo el gran danés Larsen. También Vaulet, por Mballa, para dar un poco más de mordiente al equipo y para abrir un poco de hueco. Ligero, sin demasiada brecha.

Rodilla derecha de Wintering en el calentamiento. / Óscar Herrero

Pero no estaba Wintering, quien había dirigido al equipo durante la remontada, para tanto trote, así que de nuevo Oroz entró en cancha, aunque con un planteamiento diferente, con Borg echando una mano en la dirección. 25-18 mediado el segundo cuarto y tiempo muerto de los visitantes que llevaban un 2 de 8 en tiros libres.

Tiempo muerto que dio para reacción del alicante, con una jugada de cuatro puntos. Tres de triple y uno del adicional a falta de Borg sobre Jofresa, pero contestada con una jugada rápida, buscando el tiro liberado para Kamba que no falló. Triple.

Los palentinos habían tomado las riendas del partido, con escasa ventaja, sí, pero manteniendo el tipo, sin cometer tantos errores y con la explosión de jugadores como Borg, ante la ‘ausencia’ de Krutwig, anulado totalmente, sin haber anotado a dos minutos del descanso. Sin anotación hasta casi el descanso, pero cerrando los rebotes para que otros compañeros cosecharan. Porque eso lo hizo muy bien el Palencia. Ahogar uno de los puntos fuertes del Alicante: el rebote. Al descanso los morados doblaban a los de Alicante.

Pero perdió algo de consistencia el Palencia y, con algunas decisiones controvertidas de los árbitros, los alicantinos volvieron a hacer sentir su aliento en el cogote local. A solo dos puntos se colocaron. Al descanso, 36-33.

Tercer cuarto.

Intercambio de golpes sin un dominador claro aunque con la sensación de que Alicante era era Larsen. Defendiendo a Krutwig, atacando el aro palentino, sacando faltas… En el marcador, eso sí, los palentinos iban minando y minando puntos. 42-35 en el marcador consumidos casi cuatro minutos.

Fuera Larsen, el partido cambió. Pero Palencia tambien tenía que dar descanso a los suyos, y volvió Guil a recurrir a Chema y a Mballa, bajo el aro y a Oroz en el 1 y con Kunkel destapándose, no desde el 6,75, sino en penetraciones. Ventaja de 8 para los locales poco después de pasar el minuto siete de juego en el cuarto.

Jugó con más movilidad el Palencia en ataque. Abriendo huecos, puertas de atrás y ganándole la partida al Alicante en su parcela de los rebotes.  Al final del cuarto, 57-48 tras un parcial de 21 a 15.

Último cuarto.

Con un triple trabajado, con varios intentos, arrancaron los palentinos el último cuarto. Con un equipo menos jugón solo con Vaulet y Borg del quinteto titular, y con Hernández, Chema y Oroz, el Súper Agropal pudo contener con pundonor y lucha y un reparto de tapones de Chema, la ventaja por encima de los 10 puntos. 13 a falta de 7 minutos para el final.

Momento en el que Larsen volvió a cancha y Guil decidió que Krutwig ya había descansado suficiente. También el momento en el que entró Wintering y se vio la diferencia. Con él, aun sin estar bien, el equipo juega diferente.

El partido ya se rompió a falta de tres minutos y con 15 de diferencia a favor del Palencia. Tiempo muerto de Alicante para tratar de atajar la vía de agua, pero no para tratar de ganar ya el partido.

Al final 80-64.

Aún con muchas cosas por mejorar, el Palencia supo reencontrarse con la victoria, y se encontró con Borg, el mejor jugador del partido (gracias a sus 16 items de valoración), que no solo hizo esta vez trabajo tapado, sino que además anotó 10 puntos. Otro aspecto a tener en cuenta es que Wintering, aún no estando al 100%, es el líder y el faro del equipo ,con 15 puntos siendo el máximo anotador de los morados.

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