La sociedad precisa de una buena convivencia entre humanos y perros. La educación canina es una necesidad para las familias que tienen mascotas, pero también para la ciudadanía en general
Con la seguridad que le dan sus más de dos décadas de experiencia y su profunda especialización, Estefanía Ibáñez, Fany, confirma la que debe ser la máxima para una buena convivencia entre humanos y perros: la educación. De todos, no solo de los animales, o de sus dueños, para saber cómo relacionarse con ellos adecuadamente. Sino también de aquellos que no tienen mascotas pero que, como es lógico, conviven con ellas en el espacio urbano. Al fin y al cabo… «Ya hay más perros que niños en nuestra sociedad».
Nos lo explica desde el local que ha abierto en la calle Eduardo Dato número 8, FANYCAN, que anteriormente también albergaba un establecimiento vinculado con el cuidado de los peludos de la casa.
Después de regentar durante años una guardería y dedicarse a la educación y peluquería canina, mudó su proyecto hasta este lugar del centro de la capital para acercar sus servicios. Fany lleva trabajando en el sector desde los 18 años, como peluquera canina certificada, auxiliar veterinaria y, sobre todo, como educadora altamente especializada y formada con algunos de los expertos internacionales más prestigiosos, entre ellos el célebre Ian Dunbar, de cuya mano se convirtió en una de las primeras en trabajar la educación de cachorros en España.
«Soy muy partidaria de la educación para prevenir». Actuar antes de tener que corregir y, según explica, evitando el castigo, que no es necesario para poner límites. Fany ha trabajado también con perros de asistencia, terapéuticos, de rescate… «He tocado muchas disciplinas, pero lo importante es ser capaz de entender qué disciplina necesita cada perro». Y por supuesto, cada humano, porque ese camino, que debe ser «positivo y agradable para ambos», es importante comprender qué necesidades se producen en esa relación o en ese hogar.
«Al educador canino no solo le deben gustar los perros, sino también las personas. Cuando hago una intervención, lo que tengo que ver es una ayuda completa». No se trata solo de trabajar sobre determinada conducta del animal, sino de ayudar a comprender por qué se comporta así.
«El perro tiene una manera de comportarse diferente a la nuestra: aunque tenemos mucha afinidad, porque es el primer animal domesticado, no hay que olvidar que es otra especie». Y humanizarlo, o tratar de exigir que se rija por los códigos sociales de las personas, es un error. «El perro, por ejemplo, ve el mundo a través de la nariz y del oído y, en cambio, nosotros somos visuales. Cuando paseas por la Calle Mayor, el perro tiene una percepción totalmente diferente a la tuya». Por eso, antes de escoger raza es bueno consultar con expertos como Fany, para saber qué características se adaptarán mejor al estilo de vida de la familia.
Ley de Bienestar Animal
La entrada en vigor hace un año de la nueva Ley de Bienestar Animal ha estado rodeada de controversia en muchos aspectos. Fany defiende una integración entre los animales y los humanos, pero basada en la educación y el equilibrio. «Tenemos que concienciarnos de que, si queremos tener esos derechos, como poder llevar al perro a un restaurante, primero debemos cumplir una serie de obligaciones. Y es educar a nuestros perros». Y, para los que no tienen animales, concienciarles de que hay muchos canes que deben formar parte de nuestro día a día, como los perros guía, de terapia, de rescate o los de los cuerpos de seguridad. Acercarse a ellos cuando están trabajando puede molestarles y provocar una respuesta desagradable.
«He dado formaciones a futuros profesores de Educación Infantil para enseñarles a introducir en los niños el aprendizaje sobre cómo acercarse a los perros. Con esos conocimientos se evitaría el 80 por ciento de los accidentes», que suceden bien por tanto por miedo como por exceso de confianza o desconocimiento de cómo relacionarse con ellos.
«En la sociedad, al final, se ha creado una dicotomía entre quienes rechazan a todos los perros porque han tenido malas experiencias con algunos vecinos, por ejemplo, y quienes defienden que hay que llevar a los perros a todos los sitios, sí o sí».
Sin embargo, que tu mascota te acompañe a un concierto lleno de gente y con ruido intenso puede no ser lo más adecuado para ella. «Quizás es mejor llevarle antes al campo y, después, dejarle en casa, habiéndole enseñado a quedarse tranquilo. Creo que hay que encontrar un equilibrio».
Garantizar que las familias tienen las herramientas adecuadas para relacionarse y educar a su perro, afirma, es la mejor manera de combatir el abandono y el maltrato. «No hay que olvidar que España está a la cabeza» en ambos sentidos.
Intervenciones, cursos y peluquería
Fanycan trabaja en sesiones individuales y grupales, además de ofrecer un servicio de peluquería canina especializado en manipular al animal de manera segura y positiva para él. En su tienda vende algunos artículos para mascotas pero es una firme defensora de invertir el dinero en lo verdaderamente necesario. «De nada sirve comprar el mejor arnés si no le enseñamos a pasear con correa y sin tirones, o tener la cunita más colorida si en casa no es capaz de quedarse tranquilo. Es en la educación canina en lo que debemos invertir primero». Este mes, pone en marcha varios cursos:
CURSO DEL BUEN CIUDADANO CANINO: Miércoles, de 20:00 a 21:00 h. A partir de los 6 meses. Antes de la intervención grupal, realiza una evaluación individual para conocer bien al animal. El nombre hace referencia a esa Ley de Bienestar Animal que exige que estos sean capaces de relacionarse en el entorno.
CLASES PARA CACHORROS: Sábados de 12:00 a 13:30 horas. De 2 a 6 meses.
TALLER NIÑOS Y PERROS: Viernes de 18:00 a 19:00 horas. Niños de 6 a 12 años.
Enseña a los niños a interactuar con perros mientras se divierten.
PASEO DE SOCIALIZACIÓN CON PERROS: El primero de ellos ha sido el domingo 6 de octubre. Puedes consultar en Fanycan el programa de paseos para las próximas semanas.
