Los palentinos, que rompieron en partido en el último cuarto, se enfrentan en mañana al San Pablo Burgos
Dos recién llegados a la Primera FEB, aunque en diferentes situación. Uno por ascenso, el Zamora. Otro por bajar de la ACB, caso del Palencia. Ese era el plantel de la segunda semifinal de la Copa Castilla y León. La primera la había ganado el San Pablo Burgos.
Y uno de los ya veteranos, en este caso en el Palencia, fue quien abrió el marcador. Y desde el triple: Kamba como queriendo decir, “la racha del día de Oviedo no sigue”. Pero en ese inicio de marcador, eso fue solo la intención, no la realidad. Luego ya…
Zamora comenzó a darle velocidad al partido. Robo, y a correr. Transiciones rápidas que el Palencia trataba de parar como podía. Cerrando con varios jugadores (y dejando otros muy liberados) o cometiendo faltas.
Ese acierto que mostró Kamba en el primer lanzamiento fue un espejismo. Seis ataques sin canasta para un Palencia que hacía todo bien: corría, movía al contrario, cogía posición, lanzaba pero la pelota no entraba.
Hubo que esperar tres minutos y 20 segundos para ver la segunda canasta del Palencia. A la carrera, como le gusta a Guil.
En defensa, muy poco a poco fueron marcando las diferencias. Los palentinos, de blanco pretemporada, le fueron dando intensidad en todo salvo en los rebotes. Muy divididos.
3 a 7 en el marcador mediado el primer cuarto.
Wintering se había autoproclamado máximo ariete de los palentinos cuando Guil dio entrada a Oroz. Y a continuación, triple de Hernández que acababa de entrar en las filas palentinas. No fue el único del gallego que, en una jugada de listos del Palencia, se quedó solo escorado en un saque de fondo y a placer anotó su segundo 6,75. Buenos momentos del Palencia, aderezados por robos y transiciones rápidas como en la que Mballa machacó. Al final del cuarto, 13-18.
Segundo cuarto
El segundo cuarto comenzó con la caraja de los palentinos. Malas decisiones en ataque, con pérdidas, antideportiva para Kunkel, y un Zamora muy activo y acertado que, con Jordan como abanderado, se pone por delante: 22-18 tras un minuto y medio. Y para añadir más fatalidades, tres faltas para los palentinos en ese tiempo. Desconocido Palencia. También en ataque.
Tuvo que ser el propio Kunkel quien, con robos y un triple, llevó al Palencia a recuperar la delantera 22-23.
En defensa, el Palencia se veía sobrepasado por las torres zamoranas. Jonas Paukštė, sumaba 12 puntos ya en poco más de 12 minutos de partido.
No era capaz Mballa de pararlo bajo el aro. Además, perdió varios balones en varias jugadas de ataque. En otras, demostró su superioridad física.
Mientras, los zamoranos iban explotando la vía de los tiros libres. Habiendo entrado los palentinos en bonus, iban sumando poco a poco. Tanto que se pusieron por delante. 30-27 pasados cuatro minutos de cuarto.
Pero volvió Wintering a tomar las manijas y se notó. El Palencia volvió a correr con más claridad en ataque.
Y en defensa, apretaron también parando a los zamoranos, logrando volver a ponerse por delante 33-36 a falta de 3,30.
Eso sí, muchas faltas. Tanto en una zona del campo como en la otra. Y los tiros libres fueron haciendo su magia en el marcador.
Los que también hacían su magia eran los rebotes. Especialmente para los zamoranos, que eran superiores en esta disciplina, propiciando segundas oportunidades que sí aprovechaban los locales para que los palentinos no demarraran en el marcador. 39-39 a falta de menos de dos minutos para el descanso.
Kunkel se encargó, con la asistencia de Wintering, de machacar desde el triple a los zamoranos. Una disciplina con la que el Palencia, con un acierto del 73%, castigó a los locales.
Como castigó el trío arbitral con técnica a Guil, justo antes de llegar al descanso por protestar sus decisiones.
Al descanso, 43-47.
Tercer cuarto
Con la directa volvió el Palencia aprovechando su acierto en el triple de Kunkel. Pero Zamora no se achantó y el partido se convirtió en un ir y venir desde el 6,75. Además, para desesperación de Guil, los zamoranos siguieron dominando el rebote.
Así que el acelerón de los palentinos se vio frenado de tal forma que los zamoranos se colocaron a solo dos puntos. 53-55 consumidos cuatro minutos de juego y con el Palencia ya con el bonus en contra. Porque rápido se cargó de faltas.
En un correcalles se convirtió el partido con Wintering aprovechando su velocidad para las acciones ofensivas. Lo locales también jugaron de tiralíneas, buscando imponer la altura de Paukštė.
Fueron en estos momentos cuando el Palencia sacó el repertorio de jugadas ensayadas, pero sin lograr desmarcarse en el marcador. 61-64 a falta de 1,25 para finalizar el tercer cuarto.
También exhibió un mayor acierto en los tiros de tres, asignatura pendiente en los partidos anteriores. Al final del cuarto, 64-71, tras una canasta de Chema González, tras asistencia de Wintering.
Último cuarto.
Kunkel, que salió en el inicio, volvió a hacer mucho daño, atesorando 6 triples de 8 intentos, tras el anotado en la primera jugada de ataque palentino.
Ese acierto, con una mayor intensidad en la defensa, llevó la ventaja de los palentinos por encima de los 10 puntos.
Mejoró la faceta palentina del rebote con la entrada en el último cuarto de Chema, que además iba sumando puntos desde el tiro libre al recolectar faltas. Precisamente Chema tuvo que retirarse al recibir un golpe en la cara, que le provocó una hemorragia, entrando Mballa que sumaba ya 10 puntos.
Y si hasta entonces el partido había sido vivo, entró en un tramo de parones. Expulsado además Powell por parte de Zamora, con la cuarta y una técnica por protestarla. Así que los palentinos se fueron marchando, con 14 puntos de ventaja.
Para los últimos cinco últimos minutos, Guil sacó a Krutwig, Dimitrov y a Paulet para ir ampliando la ventaja visitante, que había logrado ya romper el partido. Hasta más allá de los 17 puntos se fue, pero algunas jugadas ya al 50% en la defensa palentina (Guil dio entrada también a Álvaro Domínguez) lógico ante el reto que espera mañana y la carga de las semanas anteriores, permitieron a los zamoranos enjugar la desventaja.
Al final, victoria palentina por 90-96 y mañana un partido de peso: San Pablo Burgos- Palencia Baloncesto.