Cerca de 2.000 personas acompañaron al Palencia Baloncesto en su segundo partido de pretemporada en el municipal
Es verdad que no era un partido a vida o muerte. Es verdad que era un día raruno, un martes, a una hora poco habitual, las 20,30 horas. Y aún así, el Pabellón Municipal de Palencia mostró una imagen más que aceptable, cubriendo prácticamente las dos tribunas y llenando algunas zonas de los fondos. Cerca de unos 2.000 aficionados para ver el segundo test casero del Palencia Baloncesto.
Aficionados que, pese a ser pretemporada ya no se perdona, cantaron el himno a Palencia bufandas en ristre, aunque aún, por eso de que no es competición oficial ni estar metidos en faena, con muchas menos que en temporada regular.
La prueba acabó en derrota, y con la desesperación de ver a los morados, con su indumentaria blanca de pretemporada, con un casi nulo acierto en el tiro de tres mientras el Alimerka Oviedo cargaba el carro de lanzamientos desde el 6,75. ¡Ay, Ay, ay!”, se podía oír en un sector de las gradas cuando los ovetenses encaraban el tiro de tres.
Un Palencia desacertado en el triple (defendiendo y atacando) sucumbe ante el Oviedo
Luego, las manos a la cabeza al ver como la Wilson pasaba el aro y zurcía la red.
Una derrota que dolía. Porque siempre gusta ver ganar al equipo previo. Pero esto es pretemporada y al igual que al equipo se le ven carencias, la hinchada aún no ha afinado las voces para animar con denuedo al Palencia Baloncesto. Todo llegará.