Este jueves finalizan en Alar del Rey el ciclo de catas organizadas por Alimentos de Palencia y Palencia Turismo
Es cierto que, según la RAE, el término Maridar, tiene acepciones como “Casarse o unirse en matrimonio” o “unirse carnalmente o hacer vida maridable”. Pero desde hace tiempo se usa más popularmente con el tercero de los significados: simplemente en de unir, combinar, generalmente una comida con una bebida, preferentemente vino.
Esa es la esencia de las catas maridaje que organiza Alimentos de Palencia. Diferentes vinos palentinos, del Cerrato y degustaciones de productos alimenticios que casan perfectamente con los líquidos…. Pero a esta pareja se le ha añadido un tercero que no es multitud: el emplazamiento de las catas, involucrando en la mezcolanza a Palencia Turismo y aportando otras sensaciones que no se captan ni en boca ni en nariz.
Unas catas de maridaje que este año están a punto de finalizar y que se han llevado a cabo bajo tierra, en un museo, bajo un cielo estrellado, en un palacio… la penúltima tuvo lugar este pasado jueves en el Palacio de Armas del Castillo de Monzón, donde una treintena de personas aprendió no solo a maridar los productos palentinos, sino también un poco más sobre ellos y su origen, bajo la torre que un día dio cobijo a los Condes de Monzón.
Se cata, y se aprende.
Lo más llamativo de estas catas, dirigidas por el soumiller Javier San Segundo y el rural chef Víctor Carranza, es que no solo se aprenden los secretos técnicos de los vinos palentinos que se consumen, sino que se aportan detalles de las bodegas, su historia, trayectoria, comparación con otros de clase similar, métodos de elaboración e incluso qué pasaría si… Apuntes amenos que van más allá de lo que se entiende por una cata al uso.
Por ejemplo, en la cata del pasado jueves en el patio de armas del Castillo de Monzón, se abordaron un verdejo de Las Luceras (Dueñas), un rosado (“aunque aquí lo sigamos llamando clarete”, confesó San Segundo a los asistentes) de Quinta Negredo (Quintana del Puente-Palenzuela) y un tinto joven de Carreprado (Alba de Cerrato). “Una bodega pequeña pero que está creciendo y haciendo las cosas bien”, apuntó el soumiller. Para acabar, un vermut Corito Blanco.
En la parte gastronómica para maridar con los vinos palentinos, desde salpicón a risotos con queso, trufa, pato de Villamartín… Productos, muchos de ellos, de elaboradores pertenecientes a Alimentos de Palencia, con los que conocer un poco más la provincia, sus productos y sus recursos turísticos y para lo que queda ya solo una oportunidad.
Será este jueves, en Alar del Rey, en la Nave de Picos, a la vera del sueño de la Ilustración que fue el Canal de Castilla. Para poder participar en estas catas, basta con inscribirse través de la plataforma de eventos de ocio www.notikumi.com y en la Oficina de Turismo de Palencia, C/ Mayor, 31, Bajo, e incluye además de una cata comentada y degustación de tapas, a un precio de 10 euros por persona.