El festival casi completa el aforo de la finca el Mesegosillo de Hoyos del Espino (Ávila) en su edición número 17
La edición número 17 de ‘Músicos por la Naturaleza’ reunió a 12.800 fieles de Estopa. Casi lleno en Mesegosillo pues (el aforo era de 13.000 personas) en una de las ediciones más concurridas que se recuerdan, con público llegado desde todos los rincones de España para escuchar a los hermanos Muñoz.
25 años después, Estopa forma parte ya de la historia de la música española. Y este sábado los de Cornellá demostraron en la edición número 17 de Músicos en la Naturaleza por qué sus nombres están ya escritos en esos libros con letras de oro, como las que brillaron sobre el escenario montado para ellos en Hoyos del Espino.
Inmersos en una gira que arrancaba el pasado mes de abril en Venezuela y que después de visitar (colgando siempre el cartel de ‘sold out’) Miami, Santiago de Chile, Madrid o Valencia, entre otras ciudades, David y José quisieron regalar una ‘bola extra’ a los incondicionales del grupo, con un concierto no programado al comienzo de la gira, en plena naturaleza y en el que se metieron a su público en el bolsillo desde el momento en el que pisaron las tablas.
“Fui a la orilla del río…”. Las ya míticas primeras palabras de ‘Tu calorro’ rompieron el hielo en Gredos. “Nos habían dicho que esto era algo de naturaleza, pero no sabíamos que tanto”, decía David Muñoz al comienzo de un concierto «”on canciones de ayer, de hoy y de mañana, que algo haremos”, anunciaba el mayor de los hermanos.
Con sus eternos vaqueros y su tono canalla, los de Cornellá dedicaron la primera parte de su concierto a recordar temas como ‘Cacho a cacho’, ‘Vacaciones’, ‘Cuando amanece’, ‘El día que tú te marches’, ‘Runrun’ o ‘Tragicomedia’, todos ellos coreados y bailados con ganas por sus incondicionales, que apenas notaron cómo las temperaturas habían caído ya notablemente a eso de las diez y media de la noche.
“Antes de seguir, ¿el globo va a despegar o no? Me tiene desconcertado”, se preguntaba con curiosidad David mirando hacia el clásico globo instalado por Patrimonio Natural de Castilla y León. Pero no. El globo no despegó. Lo que sí lo hizo fue la euforia del respetable, que con cada tema de Estopa se iba viniendo más y más arriba. ‘Malabares’ y ‘Hemicraneal’ sonaron también en Hoyos del Espino, con la noche ya cerrada del todo sobre Mesegosillo y con una impresionante luna casi llena sobre el escenario.
Momentos para ponerse románticos también los hubo, claro. “Si tu eres mi comedia, yo soy tu tragicomedia…”, cantaba David. “Y si tengo que morirme, que me muera en primavera…”, seguían los Estopa con su particular ‘Tragicomedia’, poniéndose “malos cada vez que me roza tu pelo”. Y así, poco a poco, y teniendo siempre como fondo imágenes urbanas, muy de barrio, muy al puro estilo Estopa, avanzó un concierto que fue yendo a más y en el que no faltaron los que ya son himnos de varias generaciones.
Algunos más calmados, como ‘Ya no me acuerdo’, con José al micrófono, y otros, los más, muy movidos y locos. Clasicazos como ‘La raja de tu falda’, que devolvió a los fans de Estopa a una época de Ford Escort y Seat Panda y que, sin duda, se convirtió en uno de los momentos más especiales del recital. Y eso que de esos hubo muchos. Como cuando sonaron ‘Poquito a poco’, ‘Los Chichos’ o ‘Partiendo la pana’. Y es que los de Estopa se reservaron para el final de su actuación algunos de los temas que los miles de personas reunidas en Gredos esperaban con más ganas.
‘Camiseta’, ‘Me falta el aliento’ y ‘Pastillas de freno’ causaron delirio en la explanada, que saltó de alegría también al escuchar ‘Ranchera’, ‘Fuente de energía’ y ‘Paseo’ y que aplaudió cuando José pidió el fin de la guerra o que España ganara el mundial. ¿Y cuáles fueron los temas con los que se despidieron del público? Pues ni más ni menos que ‘Vino tinto’, ‘Ojitos rojos’ y ‘Me quedaré’, para decir adiós definitivamente con el clásico entre los clásicos de Estopa, ‘Como Camarón’.
Pero antes de que José y David lo dieran todo sobre el escenario, Kiko Veneno (catalán también de nacimiento) había hecho lo propio en el primero de los tres conciertos de esta edición de ‘Músicos’. Puntual, a las 20.30 horas, arrancaron los primeros compases de su guitarra.
Con su particular estilo, fusión de flamenco, pop y rock, y con 72 envidiables años, Veneno sorprendió al público invitando al escenario a Muchachito Bombo Infierno, que calentaba así motores para su fin de fiesta y con el que se completaba el ‘póquer de catalanes’ que este año daba forma a la edición 17 del festival. “Esto me recuerda mi época hippy”, bromeó sobre el ambiente de Gredos Kiko Veneno que, escondido tras sus gafas de sol, para su actuación tiró de clásicos de su extenso repertorio. “Son las canciones que hice en el último cuarto del siglo XX”, bromeaba sobre su edad un Veneno cuya energía hacía dudar sobre la fecha de nacimiento de su DNI. Temas como ‘Las damas de Barcelona’, con el que quiso homenajear a Peret. O ‘Joselito’, con el que puso fin a su concierto.
Y para completar el cartel que este año daba forma a Músicos en la Naturaleza, la Fundación del Patrimonio Natural optó por Muchachito Bombo Infierno, responsable de un fin de fiesta apoteósico. Ahora ya sólo queda esperar algo menos de un año para saber quién protagonizará la edición que hará mayor de edad a ‘Músicos’ el verano de 2025.