La Operación Cachopo de la Guardia Civil comenzó a finales de julio tras una detención en Dueñas, que permitió llegar hasta un suministrador de drogas en Burgos
La alarma social generada en Villamuriel de Cerrato debido a las fiestas y sesiones DJ que se realizaban en una bodega subterránea, a puerta cerrada, dio pie a la Guardia Civil de Palencia a iniciar una investigación relacionada con el consumo y la venta de drogas en ese entorno, pues había indicios de que se podían estar aprovechando esas fiestas privadas para fomentar el tráfico de drogas entre los más jóvenes, que provenían incluso de otras provincias.
Unas fiestas en una bodega cercana al puente del Canal de Castilla que estaban promovidas por un DJ conocido en la zona, y que, según fuentes consultadas por Palencia en la Red, se venían realizando desde después de la pandemia de manera frecuente, ocasionando gran malestar entre los vecinos, lo que había generado distintas denuncias.
Al mismo tiempo, a finales de julio de 2023 se había detenido a una persona en Dueñas, a la que la Guardia Civil intervino 2 kg de hachís, 1 kg de MDMA y 0,5 kg de cocaína. Tras las primeras investigaciones se pudo determinar la relación de este hecho con la posible existencia de un suministrador afincado en la provincia de Burgos.
Tras avanzar la investigación se determinó que el principal suministrador de las sustancias residía en Roa (Burgos), y que éste tenía una relación directa con el organizador de las fiestas en la bodega de Villamuriel de Cerrato, al que facilitaba las citadas sustancias para luego, distribuirlas entre amigos y clientes.
El modus operandi detectado consistía en que la persona residente en Villamuriel de Cerrato, se trasladaba con habitualidad hasta la localidad de Roa (Burgos), lugar donde residía el principal miembro de esta red, la cual estaba dedicada a la distribución de drogas sintéticas.
Para los desplazamientos y traslado de drogas se servía de otras personas, familiares y amigos, que ejercían de conductores, siendo una de ellas, su hermana y la pareja de esta. Los tres fueron detenidos cuando regresaban de uno de los viajes el pasado jueves. Los investigadores han podido comprobar que la hermana también se dedicaba a suministrar sustancias, desde la localidad de Grijota (Palencia).
Tras casi un año de investigación el pasado jueves se dio inicio a la fase de explotación de la operación, realizando 4 entradas y registros en la localidad de Roa, 2 en Villamuriel de Cerrato, 1 en Grijota y 1 en Valladolid capital, finalizando con la detención de cinco personas, desarticulando dos puntos de venta en la provincia de Palencia, uno en la de Valladolid y otro en la de Burgos, siendo estos dos últimos, los principales de la red de distribución de sintéticos.
Como resultado se ha incautado un total de 1109 g, la mayoría de ellas sustancias sintéticas, destacando los 700 g de speed, 90 g de ketamina, 464 dosis de LSD, 152 g de cocaína en roca, así como otras drogas, destacando el Tusi (cocaína rosa), pastillas de MDMA, Cristal, éxtasis líquido, marihuana, hachís y setas alucinógenas. Además, se localizaron 7 básculas de precisión, 3 envasadoras al vacío, 4 libretas de anotaciones manuscritas de contabilidad, además de útiles para confección de dosis.
