El antiguo coche-vivienda del año 1929 es hoy un centro de exposiciones y charlas. Un atractivo más del Museo del Ferrocarril de Venta de Baños
El viejo “vagón-vivienda” SSV-106, construido en 1929, fue testigo de innumerables historias. Primero, como coche de literas de primera y segunda clase. Y más tarde, cuando quedó obsoleto, como coche refugio para los trabajadores que realizaban el mantenimiento en las vías del tren. «La compañía de los ferrocarriles decidió utilizarlo como vagón vivienda o vagón taller: en el momento en el que había una avería, se enviaba a los trabajadores hasta el lugar en este vagón y se utilziaba como vivienda, un dormitorio sobre raíles», explica Alfredo Tamayo, concejal de Cultura y Turismo de Venta de Baños.
«Se restauró entre los años 2004 y 2005 por parte de Avenfer, la asociación de Amigos del Ferrocaril de Venta de Baños. Es un vagón realmente grande», continúa el edil. Por eso, han iniciado un nuevo proyecto para darle una nueva vida, en el marco del Museo del Ferrocarril de la localidad, para que sus paredes de madera puedan volver a ser testigos de nuevas vivencias y acontecimientos: convertirlo en sala de exposiciones y auditorio para charlas, presentaciones de libros e incluso proyecciones audiovisuales.
Por el momento, han comenzado para este verano con una muestra creada por Marisa Reyero, titulada ‘Entre raíles: trenes de la Robla’. Un proyecto fotográfico en torno a esta mítica ruta del norte. «Estamos abiertos a todo tipo de sugerencias de artistas, escritores, etcétera, queremos darle vida a este vagó»”, añade Tamayo. Y es que un museo debe ser un espacio flexible, donde, además de recordar la historia o conocer el patrimonio, se produzcan aprendizajes y experiencias nuevas, creadas como un legado para el futuro que se enlaza con el pasado.
Un atractivo más para este museo, que abre sábados y domingos de 11 a 14 horas, pero se ofrece cualquier día para grupos, previa reserva.
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