¿Cómo ha resultado la salud mental de los jóvenes en los institutos palentinos?

Expertos destacan la influencia de la situación socioeconómica en la salud mental de los adolescentes locales

La salud mental de los jóvenes ha sido un tema de creciente preocupación y análisis en los últimos años. El instituto es uno de los lugares cuyas paredes ven crecer y madurar a chicas y chicos que, hoy en día, tienen que hacer frente a la creciente digitalización, estándares sociales, problemas laborales, … y un largo etcétera de frustraciones para las que, a día de hoy, … ¿Están más preparados? Salud Mental Palencia, en voz de Cristina Martínez Álvarez, psicóloga, y Román Gómez Gutiérrez, trabajador social, han hecho balance con Palencia en la Red sobre la situación actual en la ciudad de la salud mental de los adolescentes en los institutos.

¿Problemas más comunes?

El rechazo, la incomprensión por parte del entorno, los problemas sociales, la dificultad en la gestión del malestar, la tolerancia a la frustración… y la incapacidad de gestionar un “no” por respuesta. Ambos expertos señalan estos problemas como los más comunes a los que se enfrentan los más jóvenes. Asimismo, la situación socioeconómica influye como un factor prevalente en estos problemas: a mayor precariedad, mayor es la incidencia de problemas de salud mental. Además, en este sentido, falta de tiempo que las familias pueden dedicar a sus hijos debido a la situación económica también es un factor crucial.

Otro factor determinante a la hora de afrontar estas situaciones se encuentra en el género: las mujeres tienden a presentar más problemas de alimentación, influenciados por las altas exigencias sociales sobre la imagen personal. En contraste, los hombres suelen tener problemas de comportamiento y gestión de la ira, dado que socialmente se permite más a los chicos expresar su enfado, mientras que canalizan la tristeza a través de la rabia.

Los jóvenes no son reacios a pedir ayuda: todo lo contrario

En los últimos años, los expertos han observado una mayor concienciación, compromiso y sensibilización del profesorado, y de la comunidad educativa en general, respecto a la salud mental, así como un aumento en la capacidad del alumnado para apoyarse en su entorno más cercano. Este cambio es significativo y necesario para mejorar la salud mental y la cohesión social en los centros educativos. Ambos profesionales destacan al personal escolar como pilar fundamental en el sobrellevar de la salud mental de sus alumnos. Los estudiantes pasan la mayor parte de su tiempo en las aulas, lo que convierte a todos los profesionales del ámbito educativo en actores clave para la prevención, detección e intervención en problemas de salud mental.

Por otro lado, contrario a la creencia popular, los expertos consultados creen que los jóvenes no son reacios a buscar ayuda; a menudo es el entorno el que muestra más resistencia: los jóvenes sí que están dispuestos a trabajar en sus problemas y a crear conciencia sobre ellos.

Como mejora para los próximos cursos, Martínez y Gómez sugieren mantener la figura del Orientador/a de bienestar emocional y formar a todos los profesionales de la comunidad educativa. Proponen también la formación de equipos multidisciplinares y la obtención de más subvenciones y recursos directos.