La Diputación de Palencia proyecta la rehabilitación de la carretera de acceso a la fortaleza con nuevo asfaltado, señalización y barreras
Seguridad y defensas. Podrían las dos palabras que enarbolara Máximo Décimo Meridio en Gladiator, al estilo de “Fuerza y Honor” o “Ira y fuego”.
Pero no. Seguridad y defensas, que podrían sonar a órdenes en el campo de batalla, son las dos palabras que ha tomado la Diputación de Palencia para mejorar los accesos a una fortaleza: la de Monzón de Campos.
La institución provincial lleva tiempo, poco a poco, tratando de devolver un uso al Castillo de Monzón de Campos, de su propiedad.
Tras la reforma del pasado año con la rehabilitación de la torre del homenaje, o la nueva conexión eléctrica, se llevaron a cabo actuaciones como una observación astronómica o una cata de Alimentos de Palencia.
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Pero para dar un mayor uso a la fortaleza, debe contar con una carretera en condiciones. Y a juicio del Servicio de Vía y Obras de la Diputación ni el asfalto lo está ni la seguridad de la vía es la adecuada. Y son apenas 935 metros. Menos de un kilómetro que llevaron en su día a los primeros pasos de la creación de Castilla y León como comunidad autónoma.
“La vía ha sido objeto de actuaciones de refuerzo, con una sección de 7 m. de anchura de calzada pavimentada más arcenes de al menos 0,50 m. en cada margen y un firme flexible constituido por una capa de mezcla asfáltica en caliente. El estado actual del firme es en general deficiente, requiriéndose frecuentes actuaciones de bacheo para mantener la superficie de rodadura en mínimas condiciones de seguridad y comodidad para el tráfico” apunta el proyecto.
En la vía se pueden ver depósitos de gravilla y áridos en los laterales, grietas longitudinales, y transversales, blandones y resaltes.
Cabe destacar además que en su día, la carretera estuvo cerrada al tráfico, al abrirse un zanja para evitar que los vehículos pudieran acceder a la plataforma del Castillo y tratar de reducir el riesgo de robos.
En adición, la vía está siendo usada por algunos camiones para el acceso a las obras de construcción de la línea de Alta Velocidad a Cantabria.
Así que lo que ahora se pretende es realizar un refuerzo del firme actual con aglomerado asfáltico de la carretera en toda su longitud. “Con este tratamiento, además de la mejora de la capacidad portante del firme para soportar las cargas del tráfico, se renovará y regularizará la superficie de rodadura de cara a la seguridad y comodidad de la circulación”.
No se tocará, si no fuera necesario, la señalización vertical, pero al crearse una nueva rodadura sí se pintarán nuevas señales y se llevará a cabo un recrecido de arcenes con zahorras naturales o artificiales compactadas, hasta alcanzar el ancho de la sección tipo.
Pero para mejorar la seguridad se aumentarán las defensas de la carretera. Es decir, se instalarán barreras de seguridad, de las que actualmente carece esta vía. Será de “tipo doble onda en aquellos tramos en los que sea necesario proteger obstáculos próximos a la calzada tales como obras de drenaje transversal o donde existan desniveles importantes entre la plataforma de la carretera y el terreno natural”, a fin de evitar caídas a terraplenes.
Unas protecciones que, al llevar también incorporados captadióptricos permitirán a los conductores guiarse mejor sobre el radio de las curvas.
En total se instalarán 670 piezas de bionda para lograr que, junto a la renovación del ajado asfalto, la carretera del Castillo de Monzón sea más segura.
La actuación tendrá un importe máximo de 107.355 euros, más IVA.
