El dispositivo de seguridad por la fiesta universitaria se traslada ahora a toda la ciudad con controles y presencia policial
19,55 horas. Héctor Calderón va despidiendo la sesión. “¡Ojo que hay drones de la Policía por si alguno se le ocurre lanzar las botellas al aire. Si lo hace, que arreé”, vino a decir poco más o menos el DJ palentino.
Un último chute de chunda chunda, mientras los efectivos de seguridad iban levantando las orejas ante un final apoteósico para la ITA Palencia 2024 y los drones sobrevolaban la campa y el escenario.
Pero la traca de fin de fiestas no llegó. Evitando la tentación se evita el peligro. Podría haberse esperado una cantadita cañera. Y fue una cantadita, pero de Manolo García. Pájaros de Barro. Toma ya. Bajando los ánimos del personal. Reduciendo los BPM. Casi adormilando a una campa que hacía unos minutos botaba con el Flying free.
Como Youtube nos capa el audio, ponemos aquí la canción original:
20 horas. Se acabó la música. Ni otra ni otro. Los bises, para el público que ya ni siquiera cantaba con ganas el Ita ita ita, ITA no se quita. Algo más de seguimiento tuvo el Vamos mi Palencia… Pero tocaba recogida.
Antes de eso, se había cerrado ya una fiesta que en el parte de sucesos, como señalaron desde Policía Nacional minutos antes de acabar la ITA, se había saldado con 35 atenciones sanitarias. “35 asistidos por servicios sanitarios de Cruz Roja, de ellos, 10 esguinces y el resto alcohol, intoxicaciones y algún golpe de calor. Ningún traslado en ambulancia a Hospital”, apuntaban en una comunicación.
Posteriormente, Cruz Roja y el Ayuntamiento completaban el parte: 62 asistencias sanitarias: Las más por intoxicaciones etílicas (17), y traumatismos (11). De las 62 asistencias seis requirieron traslado al Hospital: 1 por agresión, cuatro por intoxicación etílica y 1 por traumatismo.
Sin estridencias reseñables tras una fiesta con cerca de 10.000 personas, controladas por Policía Local, Policía Nacional y varias empresas de seguridad, Cruz Roja y medios municipales. Tocaba entonces comenzar el segundo operativo. El de control de los asistentes en las calles.
La salida.
¿Han visto alguna vez en La 2 la manada de ñus tratando de salvar un río en el Serengeti? Pues es una imagen que se asemeja mucho a la que se puede ver desde uno de los montículos del Ribera Sur mirando hacia la salida habilitada del parque. Una orda de jóvenes, algunos con más dificultades que otros para encarar la subida a la carretera, tratando de alcanzar la cima para dirigirse hacia sus autobuses (cerca de 30 concertados) o a algún lugar de la ciudad.
Todo bajo el ferreo control de la Policía Nacional y sus UIP, la Policía Local -ya fuera del recinto- y la seguridad interior empujando para dejar limpio de cuerpos el césped del Ribera Sur. Minutos y minutos de un lento caminar. “Pues parecía que había menos gente”. “Es que en aquella zona hay una hondonada”, contestaba un Policía Nacional.
En esa salida, y casi a final de la misma, es en el momento en el que se han dado las dos detenciones. Varios jóvenes se han encarado desde la rampa hasta el otro lado del paseo de la Julia con algunos agentes y al final han acabado boca abajo y con las manos esposadas en la espalda.
Y como hacía bueno, los jóvenes no se querían marchar. Parladita aquí, arrumaco allá, lágrimas de desamor por el otro lado, lloros por haber perdido el móvil, alguna que otra brecha… Hasta que la Policía Nacional ha comenzado a presionar, ya en la calle, la dispersión de la multitud. Moviendo cintas y colocando incluso las furgonetas en la calzada en formación de ‘quitanieves’.
Al final, poco a poco, dispersión y vía libre para que otro equipo comenzara su trabajo. El de limpieza. Porque los operarios de Deslumbra Palencia (FCC y Acciona) estaban posicionados ya para comenzar a limpiar, por un lado la calzada y por otro lado el interior del parque.
Y no lejos de allí, la Policía Local comenzaba también la labor de control para que los que cumplían lo de Quod natura non dat, la ITA non praestat y se ponían a los mandos del coche, apenas andaran unos metros. Controles de alcohol y droga. “Algunos son delito”, comentaba un agente de Policía Local junto a uno de esos controles que se repetirán durante toda la noche. “Mejor en esta calle que en la carretera”, le decía un joven peatón a un conductor parado ya por la Policía Local.
Otros prefirieron hacer lo sensato y coger el autobús. Así que atestadas estaban las paradas de La Regional en Fábrica de Armas, Modesto Lafuente y hasta en Angelinas. Hasta los taxis han tenido trabajo extra hoy.
Y contando con algo normal estas cuestiones, destacar la satisfacción general de los asistentes, con casi todo, excepto con la música, por lo repetitiva de la misma. Pero es que nueve horas son muchas horas y si supieran lo que les pagan a algunos de esos DJ…