La Policía Local de Ávila impide a la Banda Municipal acompañar la procesión de San Segundo
La agrupación musical se ofreció a la cofradía de San Segundo para salir en el desfile procesional ante la negativa del Ayuntamiento a contar con ella por la falta de presupuesto para su mantenimiento
La actualidad municipal estuvo hoy presente en el día de la festividad del patrón de Ávila debido a la polémica existente entre el Ayuntamiento y la Banda Municipal de Música. Por primera vez, en sus 30 años de vida, exceptuando el año de la pandemia, la agrupación municipal no ha actuado en la procesión de San Segundo, en un capítulo más de la tensa relación que se vive en las últimas semanas entre ambas entidades.
Hace unos días, la Banda Municipal anunció su liquidación debido a la falta de financiación por parte del Consistorio abulense (en los últimos años su partida económica ha pasado de 50.000 euros a los 11.000 previstos para 2023). Una situación que provoca que sus tres empleados, 35 músicos, 30 alumnos y su director se queden sin trabajo.
Sin embargo, su ilusión era participar, como cada año, en la procesión por el patrón de Ávila (el Himno a San Segundo fue compuesto por el primer director de la Banda, Juan Carlos de la Fuente), en la que sería su última actuación. No obstante, el pasado lunes les comunicaron que no contarían con ellos para participar en el desfile.
La directora de la agrupación municipal, Victoria García, se ofreció gratis a la hermandad para tocar en honor al patrón, algo que aceptaron los cofrades. Sin embargo, finalmente no han podido actuar después de que el jefe de la Policía Municipal se lo impidiera instantes antes de la salida del cortejo. “La Policía Municipal tenían órdenes expresas de no dejarnos acompañar a la cofradía”, señaló García, muy afectada por la prohibición.
Los músicos de la Banda, ante la decisión del alcalde, le han abucheado y pitado a su paso por la zona donde presenciaban la procesión. Además, la cofradía de San Segundo permitió a la Banda portar la imagen del santo en la bajada por la calle Vallespín desde el Mercado Chico, una decisión que aplaudió el público abulense allí congregado ante la incredulidad de Jesús Manuel Sánchez Cabrera.