la olmeda vitrina cero

La ‘Vitrina Cero’ recoge ahora una selección de piezas relacionadas con los juegos de azar encontrados en las excavaciones del yacimiento de Pedrosa de la Vega

La villa romana La Olmeda es reconocida por su excepcionalidad en cuanto a sus restos arquitectónicos y mosaicos, pero también por la notable cantidad -y calidad- de hallazgos que ha proporcionado, algo ciertamente infrecuente en el caso de las villas tardorromanas, de las cuales suele decirse en arqueología que están “vaciadas”.

La ‘Vitrina Cero’ recoge ahora una selección de piezas relacionadas con los juegos de azar encontrados en las excavaciones del yacimiento de Pedrosa de la Vega -placa de turrícula, dado, fichas-, junto a reproducciones de otros objetos que comúnmente utilizaron en época romana.

LUDUS (el juego). Pocas culturas han tenido tanta afición -incluso pasión- por el juego y las apuestas como la romana. El circo y el anfiteatro -dos edificaciones características de Roma- fueron los lugares donde los ciudadanos que asistían a los espectáculos, solían añadir aún más emoción apostando sobre los vencedores de estos ludi circenses, especialmente en las carreras de carros. Hay pues una fuerte conexión entre ambas actividades, tan intrínsecamente unidas que se funden en la mentalidad romana.

El juego era una actividad transversal a toda la sociedad, pues lo practicaban todas las clases sociales, tanto los ricos -que solían pasar la velada tras la cena jugando y apostando verdaderas fortunas-, como los obreros y, especialmente, los soldados a tenor de los frecuentes hallazgos de elementos de juego en contextos militares. Esta clase de diversión se practicaba en el ámbito doméstico, siendo una actividad acostumbrada, tras una comida, para entretener a los invitados. Pero también era habitual jugar en lugares públicos como las tabernas, las termas o el foro, y por supuesto, en los recintos militares.

El juego para las clases populares representaba una oportunidad de mejorar su vida -lo cual raras veces sucedía-. Aun así, el Estado veía en ello una amenaza para el mantenimiento del status quo y del orden social por lo que, ya desde la República, se decretaron una serie de leyes contra el juego (Leges aleariae) que intentaron -sin éxito- evitar su práctica. Las apuestas en las carreras en el circo o las luchas en el anfiteatro, por ejemplo, se declararon ilegales o los juegos que dependían únicamente del azar. No obstante, la celebración de las Saturnales constituía un paréntesis.

NUEVA PUBLICACIÓN “LA OLMEDA MINOR”.

Además, junto a la nueva exposición, los visitantes podrán completar su colección de “La Olmeda Minor” con una nueva publicación sobre la muestra y escrita por Aurora de la Cruz. La publicación estará disponible en las tiendas de La Olmeda y el Museo al precio de 8€.

La publicación está estructurada en varias secciones. En primer lugar, una introducción acerca del juego de azar, su significado, relación e importancia en la sociedad romana. A continuación, de forma más específica, se explica el origen del juego de los dados y los distintos juegos que se practicaban en época romana, como el ludus latrunculorum, rota, duocedim scripta, etc.

La segunda del libro se centra en las turrículas, con la descripción, circunstancias del descubrimiento del ejemplar de La Olmeda, así como una relación de las otras dos turrículas metálicas conocidas y de las realizadas con otros materiales. A partir de dicha relación, se establece una clasificación conforme al significado de las inscripciones que poseen las turrículas y de otros elementos epigráficos relacionados con el juego.

Las conclusiones recogen la evaluación cronológica de las piezas y se propone un marco temporal para la aparición y generalización de este elemento de juego teniendo en cuenta aspectos decorativos, contexto arqueológico, fuentes documentales antiguas y diversas representaciones en mosaicos.

Aurora de la Cruz Pérez es licenciada en Historia con la especialidad de Arqueología por la Universidad de Valladolid. Su carrera profesional ha estado dedicada a la Arqueología de Gestión y ha dirigido intervenciones arqueológicas en yacimientos de Palencia y otras provincias como la dirección de la excavación del Castillo de los Sarmiento en Fuentes de Valdepero, la villa romana de Las Frailas o el estudio prospectivo y excavación en el yacimiento celtibérico de La Morterona en Saldaña, entre otras. Ha impartido cursos de iniciación a la Arqueología en la Escuela Taller Simón Ruiz de Medina del Campo, en el Castillo de Fuentes de Valdepero y ha trabajado como guía didáctico en la Villa Romana La Olmeda y en su Museo Monográfico. En la actualidad es técnico de turismo en el CIT de Saldaña. Es autora de varias publicaciones científicas y divulgativas como La iglesia prerrománica de Villella, El horno romano de Santoyo, El Torreón de San Cebrián en Traspeña o Torres y casas-torre en la Montaña Palentina.

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