El arquitecto Álvaro Gutiérrez firma el proyecto para Diputación que incorpora entre otros avances Inteligencia Artificial para el seguimiento de los ponentes
Quién le iba a decir al pabellón central de la Granja Agrícola Experimental de Palencia, levantada en 1905, de la mano de Jerónimo Arroyo, que 120 años después incorporaría Inteligencia Artificial. No se puede negar que durante estos 120 años lo que hoy es el Centro Provincial Cultural y que llegó a albergar la Escuela de Ingenierías Agrarias, haya estado exenta de inteligencias en sus espacios. De ingenieros, políticos, abogados, montañeros, deportistas, escritores, de conferenciantes en general… y ahora, de máquinas.
La renovación del Centro Cultural Provincial es mucho más de lo que se ve y de lo que verán los cientos, miles de palentinos que se acerquen a una de las múltiples actividades que ahí se organizan como buen “corazón cultural” de Palencia.
Todo, manteniendo el espíritu industrial que marca su esencia. De hecho, como bien ha destacado Álvaro Gutiérrez, el arquitecto del proyecto encargado y sufragado por la Diputación, propietaria del edificio, se han mantenido las cerchas tan características de su cubierta. Es más se ha dotado al techo de un color blanco para que estas destaquen más sobre el conjunto.
Porque el Nuevo Centro Cultural Provincial, al que en 30 años solo se le había metido mano para ponerle algo indispensable hoy en día como el aire acondicionado y una pantalla con proyector hace 20 años, se le ha cambiado la cara, con un aspecto más moderno (puede que más frío) con unos tonos “que van desde el gris del suelo al blanco del techo”, apuntó Álvaro Gutiérrez.
Paredes técnicas.
Una de las soluciones tomadas para modernizar el Centro Cultural Provincial ha sido la utilización de las paredes como elementos técnicos donde ubicar e instalar toda la tecnología de sonido, iluminación, climatización, datos… “Necesitábamos sitio. No podíamos tener suelo técnico, porque hay asientos. Tampoco techo técnico porque queríamos resaltar las cerchas. Hemos creado unas paredes técnicas”, explicó.
Una solución a lo que se había planteado como un problema. Al ser el Centro Cultural Provincial un edificio protegido, no se podría actuar en su exterior. Por ello, aún son visibles las ventanas desde la calle. Pero interiormente, esas ventanas se han cegado y ahí se han colocado todos los elementos que van desde altavoces, a elementos de contención del sonido, pasando por las climatizaciones y cableados y sistemas independientes de iluminación, con graduación casi punto por punto. Todo resuelto con luminarias tipo LED y un control de gran versatilidad que permite adaptar la luz del espacio a los diferentes usos de la sala: conferencias, proyecciones, congresos, conciertos, etc
Pero en realidad el suelo sí tiene una utilidad técnica. Como indicó el arquitecto, el suelo se ha utilizado para las canalizaciones de renovación de aire. El aire se capta por medio de rejillas en la parte trasera del salón, donde se encuentran las escaleras que dan acceso a la zona más trasera del salón, y es transportado bajo el suelo hasta el escenario, donde se encuentran las máquinas que lo hacen salir del edificio por medio de dos chimeneas.
La pantalla.
Una de los aspectos que más llama la atención cuando se entra en el Centro Cultural Provincial es la gran pantalla que ahora corona el escenario, ligeramente más pequeño que antes de la reforma.
Una pantalla LED de última generación que hace enmudecer de vergüenza a la anterior. Grande y nítida para verla desde cualquiera de la 245 butacas renovadas, con mesita y con conexión eléctrica en algunas de ellas.
No es la única pantalla existente. Porque los ponentes tendrán la suya en su pupitre. Antes era una mesa la que presidía el escenario. Ahora son hasta cinco puestos modulares, se pueden retirar si no hacen falta, y en cada uno de ellos hay una pantalla en la que el ponente o quien le acompaña tiene la misma visión que el público de que aparece en pantalla.
Una pantalla que se puede dividir en partes. Para la imagen del ponente y su exposición, enfocando a uno o a varios intervinientes…
Y ahí es también donde entra en juego la Inteligencia Artificial: Porque se ha instalado un sistema por el cual las cámaras que enfocan a los ponentes les siguen allá donde vayan sin necesidad de un operador. Así, si un conferenciante toma el micro y se mueve por el salón de actos del Centro Cultural Provincial, será la IA la que dirija las dos cámaras para que los asistentes puedan verlo en la pantalla.
Todos esos elementos técnicos han quedado albergados tras una de las ‘orejas’ del escenario.
Seguridad y accesibilidad.
Las obras ejecutadas por las empresas palentinas Félix Baranda-Palbaltanás, que dejaron el interior del Centro Cultural Provincial como un solar, han permitido rebajar cotas, modificarlas y crear itinerarios más accesibles. Se ha rebajado la rampa central de acceso desde el vestíbulo hasta en un 8%; se han creado una rampa accesible al escenario.
Igualmente se ha cambiado la disposición de los asientos, divididos en la parte más cercana al escenario al estilo de los grandes aviones, con cuatro pasillos alrededor de tres zonas de asiento, de forma que si alguien desea salir o entrar a su localidad no tendrá que molestar a tantos asistentes.
Y por último se ha despejado el camino de la salida de emergencia a la derecha del mismo, con un pasillo más ancho y retirando el cortinaje que lo tapaba. Una renovación para un espacio con 120 años de vida, 30 usado y mucho como centro de la vida cultural de la provincia y de la capital.