ASAJA, UPA y COAG expresan en la capital cántabra su oposición a la creciente entrada de mercancía y denuncian una “competencia desleal” que está obligando a los productores españoles “a vender su cosecha por debajo de los costes”
Cientos de agricultores de Palencia, y de otras provincias de Castilla y León, así como de La Rioja han acudido este lunes a la convocatoria de las organizaciones provinciales en Palencia de ASAJA, UPA y COAG a manifestarse en la entrada del puerto de Santander, como medida de protesta por la importación masiva y el almacenamiento de cereales sin aranceles.
La manifestación se ha producido fuera del recinto portuario, ante la negativa de las autoridades del Puerto de Santander de permitir el acceso de los agricultores, incluso de una pequeña parte de ellos o de solo sus representantes.
La movilización llega en un momento en el que las autoridades de la Unión Europea tramitan prorrogar un año más la importación de cereal libre de aranceles desde Ucrania. España es el segundo país del mundo que más cereal adquiere a este país, sólo superado por una gran potencia mundial económica y demográfica como China.
La importación masiva de cereales sin aranceles es la principal causa de que los precios de los cereales hayan caído en torno a 100-110 euros en el último año, una depreciación de aproximadamente un tercio que está situando los precios del cereal por debajo de los costes de producción en nuestro país. Además, los productos se importan sin vigilar que se cumplan en los países de origen los exigentes requisitos de todo tipo que la Unión Europea impone a los agricultores comunitarios, en clara competencia desleal.
Regiones y provincias sensibles
Los productores españoles se están viendo obligados a vender a esos precios, lo que contraviene la Ley de la Cadena Alimentaria y ahoga financieramente a los productores de cereal de España, un problema que padecen de manera especial provincias como Palencia, donde este cultivo es del predominante. Es el caso también de la comunidad de Castilla y León, por lo que varios territorios se han sumado a la protesta, con profesionales del campo procedentes de Valladolid, Soria y Burgos, así como de La Rioja.
Según estimaciones recientes del Ministerio de Agricultura, en Castilla y León se cultivarán esta campaña 2023-2024 cerca de 1.673.000 hectáreas de cereales de invierno (de ellas, casi 270.000 en la provincia de Palencia, la tercera con más superficie tras Burgos y Valladolid, con 371.000 y 279.000 hectáreas, respectivamente). No obstante, al bajar los costes mucho menos que el cereal, esa previsión podría no confirmarse con la superficie real cultivada de las declaraciones de la PAC, actualmente en tramitación.
Los agricultores temen que, en este contexto de bajos precios, sólo para cubrir costes precisen rendimientos superiores al que dan de promedio sus tierras. Se ratificaría así la pérdida de atractivo que viene arrastrando el cereal en Castilla y León, donde antes se rondaban los dos millones de hectáreas de cereales. Hay agricultores que están optando por otras producciones (oleoginosas, proteaginosas, forrajes), pero muchos también deciden dejar parcelas en barbecho para al menos no elevar sus costes, lo que choca con la necesidad de importar cereal, máxime cuando hay malas cosechas por sequía.
Las organizaciones agrarias con representatividad en la provincia de Palencia, ASAJA, UPA y COAG, programaron esta medida en el puerto de Santander al ser la vía marítima de entrada más próxima, pero la importación de cereales sin aranceles resulta generalizada en todos los puertos del territorio nacional. Las organizaciones reclaman que se inmovilice la enorme cantidad de cereal ya acumulada en el puerto de Santander, como en otros del país hasta que se le pueda aplicar de nuevo aranceles, así como en la futura mercancía que pudiera seguir llegando de Ucrania y de otros países extracomunitarios.
Hasta junio de 2025.
La medida de protesta se enmarca dentro de la movilización que se va a llevar a cabo a nivel europeo en contra de prorrogar un año más la exención de arancel para las importaciones de Ucrania. Los embajadores de los estados comunitarios respaldaron el 21 de febrero prolongar un año más (es decir, del 6 de junio de 2024 al 5 de junio de 2025) la suspensión de los aranceles a las exportaciones ucranianas.
La Comisión Europea propuso el 31 de enero prorrogar esa suspensión y los contingentes sobre las exportaciones ucranianas a la UE, pero introdujo salvaguardias si uno o más países vean afectados sus mercados agrícolas, tras las protestas en cinco países cercanos a Ucrania. Agricultores de Polonia, Hungría, Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía se han quejado de que el aumento de importaciones agroalimentarias de Ucrania supone una competencia a la que no pueden hacer frente, algo que también sucede en España.
El pleno del Parlamento Europeo espera pronunciarse en una de las sesiones de abril. Si la Eurocámara no introduce enmiendas en el texto, el Consejo Europeo adoptará la prórroga, por lo que el sector agrario de los países miembros está movilizándose a nivel comunitario para que no se prolongue una exención que está minando la viabilidad de la agricultura cerealista de Palencia. Según los contratos más recientes visados en la Lonja de León, los cereales ya se han depreciado en torno a un tercio este último año, debido sobre todo a esa importación masiva sin arancel.