Se desarrollarán seis, tres matinales y tres de tarde, desde el sábado 13 al martes 16 de agosto
Dos años después, las vaquillas volverán a las calles de Torquemada. Uno de los pocos pueblos palentinos que mantienen los encierros en las vías públicas, lo que les confiere un halo de distinción con respecto a otros festejos taurinos populares y que hace que sean muchos los que se acerquen hasta esta localidad cerrateña.
Al menos era así hasta que llegó la pandemia y se suspendieran eventos multitudinarios como estos, lo que hacen a los de esta edición de 2022, unos encierros muy especiales. “La gente en el pueblo, pero también en los de alrededor estaban esperándolos”, explica Jorge Martínez, alcalde de Torquemada, municipio que hoy ha presentado el cartel para sus encierros urbanos al estilo de la villa.
“Se celebran dentro de las fiestas de La Virgen y San Roque, pero son un pilar fundamental en ellas”, indica el regidor, que reconoce que en su organización se ha tratado de mantener la esencia de años de los años anteriores. El recorrido será el mismo, y también el hierro por el que se ha optado en los últimos años en los que se celebraron los encierros: el charro de Valdefresno.
Seis encierros
En la programación para la recuperación de los encierros urbanos de Torquemada se han acartelados un total de seis festejos. La mitad de ellos serán matinales, desde las 10 horas, y la otra mitad se desarrollarán por la tarde, cuando el calor afloje ligeramente, a partir de las 19 horas.
Se han programado entre los días 13, sábado, y el martes 16. Durante el fin de semana, el sábado y el domingo, habrá dos encierros cada día: a las 10 y a las 19 horas.
El lunes 15, festivo, se celebrará únicamente el matinal (10 horas), mientras que el martes se cerrará esta edición del ciclo taurino popular con el encierro de las 19 horas, el único de la jornada.
Los encierros de Torquemada se celebran por las calles de la localidad y en ellos se pueden ver vistosas carreras, quiebros y cortes por parte de los mozos que se atreven a saltar las talanqueras delante de centenares de personas que siguen el desarrollo desde el vallado o las ventanas de las viviendas.